27 de junio de 2013

El pobrecito “enfant” de Castro

El pobrecito "enfant" de Castro
Para la mayoría de los que a veces parten para sus labores llevando en
sus estómagos solamente una raquítica taza de café, qué comentarían, qué
conclusión pudieran sacar si conocieran el modus vivendi del predilecto
de Fidel Castro
Hugo Araña, Matanzas | 26/06/2013 12:09 pm

Cualquiera, el menos pensado, puede poseer tres automóviles. Claro, para
ello, la solvencia económica no debe ser muy baja. Si fuera un ricachón,
no llamaría atención.
Pero en Cuba, con las necesidades existentes desde tiempos inmemoriales,
que parecen nunca se erradicarán, poseer no tres sino uno solo conlleva
un gasto nada despreciable, máxime que para la mayoría de los vehículos,
las piezas de repuesto cuando no están por las nubes han desaparecido, y
eso sin dejar al lado la costosa gasolina.
Sin embargo, y por fotos que posee este comunicador, Antonio Castro,
llamado "dulcemente" Tony, no posee dos, sino tres: dos Mercedes Benz y
un Peugeot, que se contradice por los sueldos que ostenta, tanto como
médico como vicepresidente del INDER (Instituto Nacional de Deportes),
ya que no pudiera soportar el gasto de mantener activo esos autos, altos
consumidores de gasolina, que en Cuba cuesta no sólo un ojo de la cara,
sino algo más.
Por lo tanto, y para poner las cosas en su lugar, nos atenemos cuando se
proclama que los hijos de nuestros principales dirigentes (entiéndase
Fidel y Raúl) deberían ser hijos de la austeridad parece que no
funciona, y por lo tanto los excluyen y lo integran en la sección de
"especiales", que vaya a saberse el porqué.
Claro, no es nada nuevo que para la población, que no solo carece de un
auto para moverse, así sea del año 30 a.C., el coger un ómnibus resulte
una odisea. Cómo es entonces que este vástago de Fidel Castro pueda
tener tres. ¡Y qué tres! Vaya, como se dice aquí en Cuba: si te lo
cuento, lloro.
Para la mayoría de los que cortan caña de sol a sol; de los que a veces
parten para sus labores llevando en sus estómagos solamente una
raquítica taza de café; de los que de madrugada recogen los desperdicios
de los hogares; de sus mismos colegas que pasan la noche íntegra en un
centro hospitalario con una raquítica merienda, que podría conceptuarse
como un insulto a sus categorías; de los que en nuestras costas,
víctimas de los mosquitos pierden la noción del tiempo vigilando para
que no recale un paquete de alguna droga; de los trabajadores de Moa que
"ingieren onzas de polvo para sus pulmones", qué comentarían, qué
conclusión pudieran sacar si conocieran el modus vivendi del predilecto
de Fidel Castro; si supieran de esta ostentación a todas luces del
simpático y juvenil Tony.
Mientras, como siempre sucede, por detrás del telón, las fotos de sus
autos continúan pasando de mano en mano, de casa en casa y por vídeos,
todas ellas procedentes de Miami, que ignoramos cómo las sacaron y
salieron de la Isla, y le han dado unas cuantas vueltas a nuestro globo
terráqueo. Fotos y vídeos que se contraponen a la letanía de que hay que
sacrificarse mucho más por la Revolución. Si esto no es una genuina
falta de respeto y burla para nuestro pueblo, ¿entonces qué es? Mientras
tanto, Tony Castro pasea en sus pupús, a nivel de un marajah, ya que
posee tres automóviles de marcas europeas, y de las caras caras. Pobrecito.

Source: "El pobrecito "enfant" de Castro - Artículos - Cuba - Cuba
Encuentro" -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-pobrecito-enfant-de-castro-285312

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