La odisea del transporte público
Lunes, 01 de Octubre de 2012 05:56
Escrito por Yoel Espinosa Medrano
Cuba actualidad, Santa Clara, Villa Clara, (PD) Según datos oficiales,
los accidentes del tránsito en Cuba están entre las cinco primeras
causas de muerte de la población. A pesar de las medidas adoptadas, los
siniestros aumentan cada día.transporte-alternativo
Recientemente en la central provincia de Villa Clara un camión estatal
con más de 50 pasajeros se volcó. Murieron dos personas, el resto sufrió
lesiones graves y leves.
Unos meses atrás, en la misma provincia, una guagua marca Yutong, de
transportación interprovincial, que se fue de la vía, causó cinco
muertos y decenas de lesionados.
El territorio villaclareño ocupa uno de los lugares cimeros en la
accidentalidad nacional. Paradójicamente ahí existe uno de los pocos
centros de revisión de vehículos del país, los llamados "somatón".
Los trabajadores de estos centros de inspección le ponen precio a la
vida de los pasajeros. Las malas condiciones técnicas de los equipos son
obviadas a cambio de una inyección de dinero en los bolsillos.
Las alternativas para paliar la crisis en la transportación de personas
en Villa Clara son incalculables.
En el municipio Encrucijada, para suplir viajes hasta Santa Clara, se
habilitó un camión tipo Kamaz, con una pequeña cabina de acero, pocas
ventanas y asientos incómodos para quienes deciden asumir la travesía.
Un parque de ómnibus nuevos sustituyó a los camellos (rastras con un
trailer) que recorrían las calles habaneras; ahora con el nombre de
Superbús transitan rutas intermunicipales en otras provincias. Villa
Clara es una de ellas.
En Santa Clara, capital villaclareña, viejos ómnibus importados de
segunda o tercera mano no aguantan más. Son suplidos por camiones
enjaulados, que pintados de naranja, en el verano fungen como saunas
nada deportivas para adelgazar.
Cada día el transporte público es más catastrófico. Trasladarse es una
verdadera odisea. Las terminales, paradas y repletos carros de pasaje
son las presas predilectas de carteristas y ladronzuelos.
Sin embargo, los trabajadores del turismo, de empresas que operan con
divisa y militares, disfrutan la ida y regreso de los centro de trabajo
en cómodos Yutong refrigerados de origen chino.
La falta de petróleo ya no es una excusa para la crisis de
transportación. El canje de médicos y entrenadores deportivos, entre
otro personal, por el carburante venezolano, goza de buena salud, al
menos por el momento.
El orgullo de los cubanos de ser el primer país latinoamericano donde
una locomotora transitó se ha desvanecido. Hoy en día los trenes son un
quebradero de cabezas. Los itinerarios se incumplen a diario. Las
inversiones en la reparación de las vías férreas no influyen
positivamente en el traslado. Los chinos le metieron el pie al
sabelotodo ex dictador Fidel Castro. Las carísimas locomotoras chinas no
aguantaron el rigor diario de trabajo.
Los altos impuestos sobre los transportistas privados dispararon el
precio del pasaje. El cubano de a pie, el trabajador, pasa las de Caín
para ir y regresar de sus labores.
Los conductores de carretones tirados por caballos siempre están en la
mira de los policías e inspectores. Quieren acabar con ellos pero no
existe alternativa estatal para asumir la tarea. Estos vehículos de
tracción animal constituyen la principal vía de traslado de los
habitantes de Santa Clara.
Aquí en esta isla, donde dicen que existe un museo rodante de
automóviles debido a la longevidad de los mismos, pronto los accidentes
del tránsito ocuparán la primera causa de muerte de los cubanos, si la
cúpula de poder no toma cartas en el asunto.
Para Cuba actualidad: yoelito001973@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/5336-la-odisea-del-transporte-publico.html
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