Una ciudad que sucumbe

Una ciudad que sucumbe
Lunes, 03 de Septiembre de 2012 00:02
Escrito por Aimée Cabrera

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) A pesar de que existen
testimonios escritos de prestigiosas personalidades internacionales que
visitaron la Habana en otros siglos y se quejaron de la suciedad, el
ruido, el mal olor y la delincuencia, esta ciudad siempre ha tenido su
encanto.

En enero de 1959, la capital cubana era considerada una de las ciudades
más atractivas del mundo, y era visitada por artistas, intelectuales y
otras personas famosas.

Si bien había barrios marginales, los dueños de edificios y los
encargados de los mismos se esforzaban por mantenerlos lo mejor posible,
por no decir, en muchos casos, impecables.

Con el transcurso de los años, aparecieron nuevas medidas para "arrasar
con todo lo viejo y burgués". Los encargados desaparecieron, y las
familias comenzaron a ocupar casas y apartamentos- incluyendo
cuarterías- y a realizar arreglos sin consultar con un personal
calificado. Fue entonces que apareció la barbacoa para ampliar la
vivienda y tener más dormitorios.

El claveteo, el quitar y poner sin saber, la falta de mantenimiento por
parte del gobierno por más de cinco décadas, el robo de materiales
cuando se decide remozar un inmueble y tantas otras indisciplinas
sociales, han destruido buena parte de la ciudad.

Cada vez que se acerca a La Habana una depresión tropical o un huracán,
se da por seguro que las fuertes lluvias arremeterán contra los
edificios, para que al paso de los días, cuando caliente el sol, ocurran
nuevos derrumbes.

La intersección de las calles Salud e Infanta, perteneciente al
municipio Plaza, aunque muy cerca de Centro Habana, luce desolada, sin
apenas edificios. Por el pésimo estado constructivo de sus inmuebles, ha
habido varios fallecidos y heridos en lo que va de año.

En la calle Concordia entre Lucena y Belascoaín, en Centro Habana, hace
unos años un transeúnte murió cuando le cayó encima un pedazo de balcón.
Enseguida comenzaron las demoliciones. Lo que hay en esa manzana en la
actualidad es una explanada, convertida en parqueo.

El gobierno lleva a albergues a los que pierden su vivienda, y demuele.
Nada más.

No obstante, La Habana es testaruda: la ciudad sucumbe, pero esperanzada
en que vendrán tiempos mejores, se niega a perder su encanto.

Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es

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