Los cuentos de tío Fidel
Lunes, 30 de Abril de 2012 03:54
Escrito por Odelín Alfonso Torna
Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Es difícil predecir
cuánto perdurará el mito de Ernesto Che Guevara, mercantilizado con la
imagen de Korda y manipulado hasta el tuétano por la historiografía
revolucionaria. Como dice un colega del oficialismo, dejémosle eso al
"dios Cronos".che_plaza_revolucion
Mientras se insiste en esconder la otra cara del revolucionario
argentino, la del ojo en la mira y el dedo en el gatillo, más comercial
y menos dialéctica es su doctrina "evangelizadora". Aún cuando Fidel
Castro pase a mejor o peor vida y, se elija la foto o la frase ideal
para los suvenir y artículos de marcas por facturar, no será tan
demandado como Ernesto Che Guevara.
Recientemente Aleida Guevara March, hija de Ernesto Guevara, con motivo
de su visita a Francia para el estreno de una sinfonía dedicada a su
padre, dijo que "su tío" Fidel Castro le contó cuando fue que las
discusiones entre ellos tocaron fondo: "Cuando ambos cayeron presos en
México, y luego cuando el ataque a Playa Girón. Pero siempre llegaban a
un consenso. Eran como hermanos. Y cuando mi papá se fue a Bolivia, hubo
comunicación entre ellos hasta el final".
Fidel Castro tuvo más tiempo que el Che para hacer cuentos o mentir
cuando las circunstancias lo meritaban. Aún se presta a engañar. Pero,
¿se abrió realmente Fidel Castro con Aleida Guevara?
Aleida Guevara no necesita de los cuentos del tío Fidel. Ella sabe quien
fue su padre, el gigoló que en sus viajes por América del Sur y
Centroamérica, no se inmutó por los movimientos revolucionarios en Perú,
Bolivia y Guatemala; no hasta que conoció a Hilda Gadea, en 1954, una
revolucionaria peruana que poco después se convirtió en su esposa. Lo
que vino después es harto conocido.
Aleida Guevara también sabe de antemano, no porque se lo contara nadie,
que su padre era maoísta y esto tenía incomodo al tío Fidel Castro,
enteramente comprometido con el patrocinio de la URSS. Incluso, si se
habló de los fracasos por exportar la revolución al Congo y Bolivia, el
cuentero mayor seguramente se reservó algunos capítulos.
No imagino cómo sería llegar a un "consenso" con Fidel Castro, un hombre
que no admitió más sombra que la de su traje verde olivo.
Aleida Guevara se ha convertido en vocera del régimen cubano en el
exterior. Esto le permite resbalar y decir sandeces como: "La democracia
no son cinco partidos electorales. La democracia es el poder del pueblo.
¿Qué democracia puede haber cuando se privatiza hasta el agua? ¿O cuando
la gente sale a las calles a protestar por el envío de tropas al
extranjero y no toman en cuenta lo que dicen?"
¿Acaso su tío Fidel toma en cuenta lo que dijo y dice el pueblo cubano?
¿Quién preparó y luego desestimó todo tipo de apoyo a las guerrillas
revolucionarias en Latinoamérica? ¿Quién envió decenas de miles de
soldados cubanos a Angola, Etiopia y Nicaragua?
Pero detrás del héroe de boutique y la sinfonía gala en su honor,
existen otras historias que el tío Fidel no se atreve a contar.
Según Aleida Guevara, muchos senadores franceses le dijeron que cuando
eran jóvenes, tenían colgados en la cabecera de sus camas un cuadro del Che.
Es precisamente gracias a los cuentos de tío Fidel, que Ernesto Che
Guevara se ha convertido en una figura legendaria, o mejor dicho,
monetaria. Aleida Guevara también vive del jugoso negocio que genera la
imagen de Korda, al punto que prefiere no saber más de lo que debe o le
hicieron saber. Así, cualquiera adora tener un tío cuentero.
Para Cuba actualidad: odelinalfonso@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/80-cuba/3989-los-cuentos-de-tio-fidel.html
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