[29-02-2012]
Lucas Garve
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Sin lugar a dudas el dengue, una epidemia
de regiones tropicales se propagó por toda Cuba mediante la infestación
por el mosquito aedes aegyphty de amplias zonas urbanas y rurales.
Evidentemente, las condiciones higiénico-sanitarias dejan mucho que
desear y provocan que los mosquitos aedes aegyphty cuenten con
apropiados factores para su propagación. Los desechos acumulados en las
calles a causa de la falta de recogida de basureros por carencia de
equipos y hasta por la indolencia de los residentes, los salideros de
agua en las calles que forman charcos, la necesidad del almacenamiento
doméstico de agua porque no hay agua corriente sino a ciertas horas del
día o unos pocos días por semana agravan la situación y contribuyen a la
propagación del insecto que transmite la infección.
En La Habana, la capital cubana durante el último trimestre del pasado
año, hubo un incremento de hospitalizados de varios miles de enfermos de
dengue y fue necesario destinar dos instalaciones sanitarias importantes
en el Cerro, el hospital Salvador Allende antigua La Covadonga y en el
municipio 10 de octubre, el hospital popularmente llamado La Dependiente
para los ingresos por fiebre debido al dengue.
A pesar que existe una campaña de lucha anti vectorial todo el año y los
equipos de fumigadores e inspectores recorren casa en todos los barrios
para revisar la posibilidad de existencia de focos de mosquitos y
repartir bolsitas de abate para echarlas en los depósitos de
almacenamiento de agua, este esfuerzo no culmina con resultados
totalmente satisfactorios y los casos de contagiados por la picadura del
mosquito no cesa.
No es menos cierto que parte de la culpa la carga la propia población,
pero no toda. Hay muchas instalaciones comerciales, fabriles, talleres
donde la falta de organización y prevención por parte de las
administraciones facilita la existencia de focos de propagación de
mosquitos.
Incluso las autoridades sanitarias dispusieron de un contingente de
cinco mil estudiantes de medicina para realizar la pesquisa de personas
enfermas con fiebre en las casas y de focos de propagación del insecto
volador.
Pero lo más lamentable de todo es el silencio de la prensa oficial sobre
todo este asunto. La población desconoce las cifras de los infectados,
de los hospitalizados, de los fallecidos y solamente generalmente se
llega a saber de esto porque las personas comentan acerca de los casos
que existen en su vecindario y en los trabajos. Lo que significa que a
escala personal se sabe de la situación de la propagación de la
epidemia, aunque desconozcamos a escala urbana y nacional cuál es la
incidencia del contagio masivo mediante los mosquitos aedes aegyphty.
Si las autoridades sanitarias dieran a conocer estos datos, toda la
población se interesaría por no verse afectada y los resultados de las
campañas de la prevención sería más eficaz.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35284
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