Atajar el desinterés
Mientras se continúe por las ramas en la solución de los problemas que
agobian a los cubanos, seguirá el país hundido en el pantano de la
ignorancia y el subdesarrollo
Sayli Navarro, Matanzas | 02/01/2012
Vuelvo a detener la mirada en un artículo publicado por la prensa
oficialista. El de esta ocasión data del 16 de noviembre aparecido en el
diario Juventud Rebelde cuyo título, "Atajar el desinterés", no puede
ser más apropiado para abordar cualquier renglón de la vida económica,
política y social en nuestro país.
Nelson García Santos, su autor, trató de abordar las consecuencias que
de ello se derivan, mirándolo como una vinculación directa a la falta de
motivación palpables durante el proceso de enseñanza-aprendizaje en
cualquiera de los centros educacionales cubanos. Pero veo su intento
demasiado simple.
A mi modo de ver la realidad del suceso cubano, considero que este tema
se escoge porque su magnitud dentro del estudiantado alcanza en estos
momentos un nivel solo comparado con el de la crisis. Crisis que está
muy lejos de revertirse si tomamos en cuenta la superficialidad con que
el régimen la aborda a pesar de que en el primer párrafo García Santos
dijo que "lo más escuchado desde el auditorio de la Asamblea Provincial
de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), en Villa
Clara, fue la falta de motivación por el estudio"
Para este periodista oficialista escuchar tal planteamiento fue motivo
para destacar a continuación que los propios estudiantes así lo
definieron "sin medias tintas y de forma contundente". De lo cual
desprendo la interrogante: ¿Definieron, qué?
Estimado periodista, lamentablemente la crisis existente en el tópico
abordado por usted en dicha fecha, pone en peligro el futuro de nuestra
nación, porque quienes hoy se encuentran en las aulas de nuestras
secundarias básicas y preuniversitarios serán los hombres y mujeres que
dentro de los diez años siguientes deberán conducir los destinos de este
país en áreas tan diferentes, pero asimismo medulares, como las de
economía, de la política, la cultura, la ciencia, la sociedad, a la vez
que son corroídos por el desinterés cuando se enfrentan a los estudios
durante su preparación.
Mientras se continúe por las ramas tratando de resolver los problemas
tan profundos y variados que nos agobian, nos hundiremos
irremediablemente más y más en el pantano de la ignorancia y del
subdesarrollo. La propia Asamblea de estudiantes villaclareños demuestra
la superficialidad del análisis al no querer reconocer que el problema
está presente en todos los tipos y niveles de Enseñanza, sino señalar
que es un mal localizado solo en la Enseñanza Técnica y Profesional, y
además, tratar de justificarlo cuando dan a conocer la existencia "de
jóvenes que matriculan carreras sin estar motivados".
En la misma reunión estuvo presente el señor Roberto Montesinos, jefe
del Departamento de Educación y Deportes del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba (PCC), único partido que manda en el país, pero a
pesar de su presencia se mantuvo ausente en ese análisis medular,
pormenorizado así como el dictado de las medidas urgentes que se deben
acometer si realmente queremos resolver el problema.
Los estudiantes cubanos (como toda esta sociedad en su conjunto),
carecen de la estimulación que se necesita para progresar en los
estudios, debido a que ellos tampoco permanecen al margen de lo que
vivimos. Lo palpan desde el sufrimiento de sus padres para conseguirles
algo caliente con qué alimentarlos, o en lo apropiado para vestir y
calzar a tono con la época. Para incluirse a la par de las nuevas
tecnologías.
Se desmotivan también cuando el inmueble que les corresponde presenta un
avanzado deterioro y a pesar de ello no clasificó dentro del 43 % de
aquellos centros que, según la ministra de Educación Ena Elsa Velázquez
Cobiella, se pudieron reparar en los meses previos al presente curso.
¿Quién se podrá motivar con un currículo de asignaturas sin el respaldo
de una base material de estudio apropiada, como es la realidad de muchos
de nuestros centros estudiantiles?
Algo similar ocurre cuando ven una cifra no despreciable de maestros
experimentados abandonar las filas del magisterio y asumir trabajos en
el turismo o de cuentapropistas. Mientras observan a otros, dentro de
los que hoy poseen la tiza en la mano, recurrir al facilismo: dando
clases "de a diez centavos y evaluando con ejercicios de a tres quilos
", y hasta ladear la mirada con la velada intención de darles "un filo"
para que saquen "el chivo" o copien del alumno aventajado.
Además, nuestros estudiantes conocen que las mejores carreras son para
aquellos hijos de papá porque, justificados en la crítica situación que
atraviesa el país, el Gobierno redujo las matrículas en carreras
universitarias tales como Ingeniería, Medicina, Psicología, Derecho,
Informática, Periodismo.
Saben de las especiales ofertas a carreras Agropecuarias y al resto de
las plazas amplificadas para un nivel máximo posible de Técnico Medio;
cuestiones más que justificadas para lograr la pérdida del incentivo que
requiere cualquier estudiante para luchar con ahínco y amor en su
proceso formativo.
A lo dicho se suma la experiencia vivida por un número creciente de
estudiantes que por razones puramente ideológicas no pueden matricular
en Cuba la carrera en la que siempre anheló especializarse. Así como de
otros que la iniciaron y cuando ascendían a la mitad de la pirámide
fueron expulsados, como me ocurriera en el tercer año de la carrera de
Derecho, cuando el 12 de enero de 2010 fui expulsada del alto centro de
estudios porque había recibido un curso de periodismo, impartido en la
Sección de Intereses de Estados Unidos de América, en La Habana,
aduciendo que la Universidad es para los revolucionarios.
Con estos truenos no habrá nunca quien duerma tranquilo en Cuba y hasta
que la situación no muestre características diametralmente diferentes a
las que nos rodean, será siempre baldío atajar el desinterés.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/atajar-el-desinteres-272419
No hay comentarios:
Publicar un comentario