Alicia Alonso bailó para Batista
Jorge Ignacio Pérez
Barcelona 11-01-2012 - 11:16 am.
Fue en 1955, para festejar la toma de posesión presidencial.
La Prima Ballerina Assoluta del Ballet Nacional de Cuba acaba de cumplir
91 años. No todo el mundo llega a esa edad y mucho menos con fama
universal. "Se lo ha currado", dirían en España refiriéndose a la
trayectoria y talento de esta singular mujer que a fin de cuentas nadie
sabe quién es.
Su aura es muy misteriosa. Tiene una vida tan larga que a la mayoría de
los cubanos se nos confunde el aura con la realidad, ya que nos parece
mentira que todavía esté dando quehacer con su atuendo perpetuo, sus
gafas oscuras y su nariz empinada; sobre todo después de bailar en un
escenario hasta los 75 años, guiada por voces de su partenaire que nunca
escuchábamos en platea, pero que sabíamos imprescindible.
Sin embargo, Alicia Alonso es una leyenda viva. Por su compañía, una de
las más prestigiosas del mundo, han pasado bailarines talentosos que
ella misma no ha dejado brillar del todo. Ha gobernado con mano férrea,
según vox populi. Nadie la podía opacar y nadie podía discutir sus
órdenes. Es una dama de hierro del Caribe que ha sido tan excelsa
maestra como eficaz para el régimen de Fidel Castro.
Su figura es un tema complicado —una de cal y otra de arena—, del que
algún día se hablará diáfanamente cuando termine la dictadura, porque no
es menos cierto que el Ballet Nacional de Cuba es una de las
instituciones más sólidas del panorama cultural de la Isla, aun cuando
no pocos de sus talentos emergentes pongan pies en polvorosa en giras
internacionales. Y luego triunfan en importantes compañías, como se ha
podido comprobar.
La vida y obra de Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del
Hoyo —su nombre original— pudo verse en un documental que Televisión
Española emitió hace algún tiempo en la cadena 2. El filme forma parte
de la serie Imprescindibles, y entronca con el nuevo perfil cultural que
quieren darle a esta cadena. El homenaje, pues, está servido en este
país que nunca ha dudado en reconocer a la figura, otorgándole incluso
una cátedra que lleva el nombre de la bailarina en la Universidad
Complutense de Madrid. Sin embargo, por alguna razón imperdonable, en el
documental ni siquiera mencionan a su gran pareja de baile en la última
etapa de su carrera sobre las tablas, Jorge Esquivel.
Una vida tan larga, obviamente, se presta para el revisionismo. Entre
los papeles que traje de Cuba hay uno que es un documento histórico. Se
trata del programa de mano original de El lago de los cisnes, función
única, "de Gala", según el pliego, ofrecida por el Ballet Alicia Alonso
en la Toma de Posesión del Presidente Mayor General Fulgencio Batista,
en el Teatro Auditorium (hoy Amadeo Roldán), el 25 de febrero de 1955. O
sea, un día después de que Batista entrara legalmente en el poder en su
segundo mandato.
No sé si la diva recuerda o reconoce que hubo esa función. No sé si
existe algún ejemplar de este programa de mano en el Museo de la Danza
de La Habana, que exhibe memorabilia suya. De hecho sería de lo más
normal que una compañía insigne actúe para el presidente de la República.
El programa de mano incluye en la portada un sello seco a relieve con el
escudo nacional y, además de relacionar el elenco completo, detalla cada
uno de los cuatro actos del mítico ballet. El ejemplar que conservo
(puede consultarse abajo, en pdf) me lo regaló un viejo amigo conocedor
del mundo del espectáculo y me pidió encarecidamente que no mencionara
su nombre. Así están las cosas todavía en la entrañable Isla, al cabo de
medio siglo de ocultamientos de información.
Para los interesados en detalles, reproduzco los principales créditos
del programa:
Ballet Alicia Alonso
Director Artístico: Fernando Alonso Rayneri
Elenco: Alicia Alonso
Royes Fernández
Carlota Pereyra, Víctor Álvarez
Artista Invitada: Dulce Wohner
Director Musical: González Mantici
Director de Escena: Miguel S. del Castillo
Un año y siete meses después de esta función, Alicia Alonso bailó para
los estudiantes de la Universidad de La Habana en un acto de desagravio
que la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) le ofreciera. El
Instituto Nacional de Cultura de la época, dirigido por Guillermo de
Zéndegui, había suprimido el estipendio del gobierno a la Academia de
Ballet que Alicia dirigía, porque, según argumentaron los funcionarios,
se trataba de una compañía enfocada solamente a la élite social.
De esta manera, la gran coreógrafa y bailarina se quedaba sin el
apadrinamiento de Batista, pero muy pronto, a partir de 1959,
conseguiría otro mecenas. Otro dictador.
Hasta el día de hoy le ha sido fiel a este último, tanto en las
alegrías, en las penas, en la salud y en la enfermedad.
Por su edad, trayectoria y caprichos cumplidos, la Alonso podría estar
satisfecha. Aunque algún deseo suyo expresado demuestra mayores
ambiciones. "Estaría creando hasta cumplir los 200 años y si fuera
posible bailaría en la Luna", ha llegado a decir.
Programa-ballet.pdf
http://www.diariodecuba.com/sites/default/files/pdf/Programa-ballet.pdf
http://www.diariodecuba.com/cuba/9026-alicia-alonso-bailo-para-batista
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