Opositores convocan procesión en honor de monseñor Meurice Estiú
Piden a todos los ciudadanos acompañar los restos del prelado hasta el
cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, el próximo 31 de julio
Redacción CE, Madrid | 28/07/2011
Los Municipios de Oposición de la Región Oriental han convocado a todos
los opositores en la Isla, así como a los ciudadanos de Santiago de
Cuba, a una procesión para acompañar hasta el cementerio de Santa
Ifigenia el cuerpo de monseñor Pedro Meurice Estiú.
En un comunicado fechado el miércoles, el grupo pide "acompañar en su
último adiós (…) al otrora arzobispo de la Ciudad de Santiago, quien
como hombre de buena voluntad representó, luchó y resumió como nadie:
nuestros logros, potencialidades, virtudes, anhelos y angustias de esta
porción del pueblo cubano".
La nota de la organización disidente añade que se trata de "un deseo y
una voluntad del pueblo santiaguero", que "pide llevar en procesión
desde la Catedral santiaguera hasta su última morada, el cementerio de
Santa Ifigenia, el cuerpo de monseñor Meurice".
El cardenal cubano Jaime Ortega anunció esta semana que el entierro del
arzobispo emérito de Santiago de Cuba, monseñor Meurice Estíu, se
realizará el próximo 31 de julio en el cementerio de Santa Ifigenia.
Antes del sepelio, tendrán lugar las honras fúnebres en la catedral
metropolitana de Santiago de Cuba, de acuerdo con un comunicado del
cardenal Ortega, vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos
de Cuba.
Los Municipios de Oposición también han hecho un llamado "a hacer de
este día un momento de intercambio en pos de la unidad de todos los
cubanos" que sufren y luchan "por una sociedad menos desigual y más
participativa, como quiso monseñor Meurice".
Asimismo, desde el grupo, piden a los ciudadanos de la Isla "hacer
dejación de diferencias de raza, credo, intereses políticos" y alzar sus
"voces por el bien común dentro de la diversidad como buscó" el prelado.
Meurice Estiú falleció el pasado jueves a los 79 años en el Hospital
Mercy de Miami víctima de complicaciones respiratorias. El prelado había
pedido con anterioridad ser inhumado en Cuba en caso de morir fuera de
la Isla.
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