Tuesday, June 28, 2011 | Por Aleaga Pesant
BAYAMO, Cuba, junio (www.cubanet.org) – A la altura del Estadio Genaro
Melero, la fila de automóviles se extiende hacia el oriente. En sentido
contrario se dilata más allá del puente sobre el rio Hatibonico, y casi
llega al elevado ferroviario.
El pueblo esta traumatizado; su más importante vía se cortó. Sobre todo
porque el corte interrumpe la Carretera Central, madre de las carreteras
cubanas, construida durante el gobierno de Gerardo Machado. Sus hijas
bastardas son las autopistas no concluidas.
La reparación, que es buena noticia para viajeros, conductores y la
población se convierte en verdadero trauma durante el tiempo que duren
las obras. No se establecieron rutas alternativas que permitieran la
fluidez del tráfico, ni una señalización legible para los cientos de
conductores que recorren la isla de este a oeste.
En el pueblo se cuenta la historia de un conductor de autobús de la
empresa Astro, que manejó por la ciudad durante más de una hora, de
madrugada, buscando la salida que no encontraba, sorteando baches,
cruces de líneas de ferrocarril y la oscuridad. Lo incomprensible para
muchos es cómo pudo dar tantas vueltas en un pueblo tan pequeño.
El polvo producido por el movimiento de tierra y el levantamiento del
asfalto, aplacado a última hora con la llegada de las lluvias, inunda
las casas y los comercios de comestibles ligeros, principal fuente de
ingresos del pueblo. Por eso, cientos de transportistas se encuentran
desorientados, buscando un lugar donde parar para comer, mientras los
conductores de buses maniobran tratando de aparcar para que los viajeros
se alimenten.
Las cafeterías y pequeños restaurantes, a mitad de camino entre Santiago
de Cuba y La Habana, se multiplican y dan empleo a cientos de personas;
deben mejorar las ofertas, pero siempre resuelven la alimentación de los
viajeros.
En Hatibonico se encuentra el central azucarero Uruguay, que trabaja en
tiempos de zafra a media máquina, y ha dejado de ser el gran empleador
que antes fue. El otrora coloso, segundo lugar en capacidad después del
central Urbano Noris, en San Germán, fue prácticamente desmantelado y
enviado a Venezuela.
Por suerte para todos, el mantenimiento de la vía principal comenzó al
final de la zafra. Lo que disminuye los problemas.
http://www.cubanet.org/articulos/la-carretera-se-corta-en-hatibonico/
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