28-02-2011.
Alexis Gainza Solenzal
Redactor de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- El pasado sábado 26 de febrero, la
Televisión Nacional Cubana destapó en el programa Las razones de Cuba a
dos agentes de la Seguridad del Estado: Carlos Serpa Maceira y Moisés
Rodríguez. En el capítulo Los peones del imperio de la mencionada serie,
los topos destapados afirman que por muchos años estuvieron al servicio
de la Inteligencia castrista, al tiempo que se hacían pasar por
periodistas independientes (1, 2).
Por otra parte, sabemos que el castrato cuenta con recursos y medios
capaces de doblegar a voluntades que otrora parecieran forjadas de
acero. Algún día, lo más seguro cuando la historia de Cuba tome otro
curso, sabremos a ciencia cierta cuándo en realidad Carlos Serpa Maceira
y Moisés Rodríguez se hicieron o los hicieron -doblándole la cervical-
agentes de la Seguridad del Estado.
Como probablemente recuerdan, algo similar ocurrió con los periodistas
independientes Manuel David Orrio y Néstor Baguer durante la Causa de
los 75, quienes también aseguraron longevidad en las filas de los
segurosos, pero de lo cual no podemos corroborar mucho. Tanto en aquel
como en este caso, podríamos encontrarnos ante una construcción a
posteriori, cuya finalidad es, obviamente, demostrar la alta eficiencia
de la Seguridad del Estado y la capacidad infiltrativa del agente cubano.
Mas al margen de cuál es la fecha de caducidad de la (supuesta) labor
disidente de ambos personajes, es válido detenerse en varias aspectos de
este acto de exhibicionismo patriotero del régimen castrista. Por
ejemplo, vale la pena hacerse la pregunta de si este destape vaticina el
preludio de un nuevo zarpaso contra el movimiento cívico democrático del
interior; ahora cuando ya ha quedado más que convencido que la totalidad
de las sociedades democráticas de Occidente, incluida la Unión Europea,
no se han engañado con los cosméticos cambios realizados por el dictador
de turno, Raúl Castro Ruz, y firmes demandan derechos humanos y
libertades fundamentales para el pueblo cubano.
Otro aspecto a destacar, es la pretensión de los propagandistas de
demostrar que la disidencia y oposición -"diezmada y servil"- se
encuentra en su totalidad infiltrada por los Órganos de la Seguridad del
Estado. Este propósito "se logra" acumulando todos los títulos que
Carlos Serpa Maceira (alias "Emilio") se ha granjeado por su labor
publicística y patriótica en el seno de un sinnúmero de organizaciones
civilistas y políticas dentro y fuera de las fronteras del país.
Sin embargo, los disidentes y opositores internos hace ya mucho tiempo
que realizan su labor redentora y democratizadora a puertas abiertas,
informándole sobre sus quehaceres y procederes a las autoridades
represoras y a la ciudadanía interesada, y contando de antemanos con que
entre sus miembros también cohabitan agentes de la Inteligencia
castrista. Es por ello que, en el documental Los peones del imperio la
faena de zapa de los agentes "Emilio" y "Vladimir" brilla por su
ausencia. En ambos casos, se limitan a las tradicionales acusaciones
genéricas, sin aportar revelaciones o acusaciones particulares de peso.
Lo cierto es empero que la meta inicial de los pregoneros - defender al
régimen- bien puede ser un boomerang contra ese mismo régimen. Y no
solamente porque la disidencia y oposición por primera vez adquiere
rostro propio ante el televidente insular; sino porque la misma aparece
de forma masiva, variada, multifacética, en disímiles actos y acciones
pro derechos humanos.
Para ilustrarlo de otra manera: el veterano agente Moisés Rodríguez nos
habla de la génesis de la disidencia, cuando en el país funcionaban
solamente el Comité de Derechos Humanos y Comisión Cubana de Derechos
Humanos y Reconciliación Nacional; lo cual contrasta abiertamente con la
dilatada pormenorización de estructuras disidentes al interior de la
isla que brinda su sucesor, Carlos Serpa Maceira. Por no hablar de las
bastantes imágenes de actos de desobediencia civil que se muestran...
Todo lo cual, sumado, bien puede ser interpretado por el teleespectador
como muestra fehaciente del creciente descontento popular y, a la par,
de las fuerzas democráticas.
No extraña la obseción de los creadores de susodicho documetal en
desacreditar, descalificar, denigrar, etc. la labor informativa del
periodismo independiente dentro de Cuba y de quienes lo respaldan fuera
de la isla. Sin lugar a dudas, el flujo libre de la información es el
talón de Aquiles del régimen; es en definitiva a lo que más le teme. Y,
como es sabido, cada día que pasa pierde más y más el monopolio informativo.
Así las cosas, es totalmente lógico su ataque desenfrenado a medios
informativos –en gran medida cajas de resonancia de la labor
comunicativa al interior de Cuba- tales como: Radio Martí, Radio
República, The Miami Herald, Misceláneas de Cuba; e importantes
organizaciones internacionales veladoras de los derechos de los
comunicadores como la Sociedad Interamericana de Prensa y Reporteros sin
Fronteras. La obstinación del régimen en calificar como desinformativo
el quehacer del periodismo independiente, demuestra a todas luces que
dicha labor le ha hecho verdaderamente mella tanto en Intramuros como
Extramuros.
Además de intentar sembrar la desconfianza entre cubanos, principalmente
entre quienes codo a codo bregan por la democratización de Cuba; además
de intentar paralizar la solidaridad internacional hacia los demócratas
de dentro y fuera de la isla; además de infundirle al ciudadano el
pánico a medir fuerzas con el dizque poderoso y omnipresente aparato
represivo; además de todo eso y mucho más, el régimen castrista
persigue, con destapes como este, el explícito propósito de desalentar y
desesperanzar a todo aquel que de una u otra manera haya sido siquiera
rozado por el agente delator, directa o indirectamente.
Por esa razón quiero dejar sentado lo siguiente. Para quien escribe
estas líneas, representó un enorme orgullo, en calidad de Fundador y
Primer Director de Misceláneas de Cuba, Revista de Asignaturas Cubanas
(2004 – 2010), ver que este medio informativo ha sido y es motivo de
preocupación y desvelo de la Inteligencia castrista; que los Órganos de
Seguridad del Estado se vean obligados a desarropar a supuestos agentes,
es un reconocimiento a la labor informativa de Misceláneas de Cuba,
haciéndonos así parte insozlayable de la historia contemporánea de Cuba.
Huelga decir que nos enaltece ver el nombre de Misceláneas de Cuba a la
par de compatriotas como Ricardo Bofill, Martha Beatriz Roque Cabello,
Jorge Luis García Pérez (Antúnez), Gloria Estefan, Elizardo Sánchez,
Silvia Yriondo, Juan Carlos González Leyva, Ángel Pablo Polanco
Torrejón, Laura Pollán y restantes Damas de Blanco, Pedro Corso, Ángel
de Fana Serrano, y muchos otros que ora dentro ora fuera de Cuba han
consagrado su vida a la libertad del pueblo cubano.
Asimismo, nos honra vernos a la par de solidarios extranjeros como Pete
Brandel, de la República Checa; Volker Pellet, de la embajada de
Alemania; Ingemar Cederberg, ex ministro consejero de la representación
de Suecia, Kathleen Duffy y Lowell Dale Lawton, de la Sección de
Intereses de los Estados Unidos de América, quienes en unión de otros
fraternos foráneos palian necesidades acuciantes de los demócratas
insulares.
En este contexto de entrega patriótica y solidaridad genuina, el epíteto
de "contrarrevolucionario" que el diario Juventud Rebelde en la edición
del mencionado sábado 26 de febrero le adjudica a este servidor, es
verdadero motivo de orgullo (3).
Fuentes:
(1) Peones del imperio (1ra parte):
http://www.youtube.com/watch?v=Jjyzne1jXLE
(2) Peones del imperio (2da parte):
http://www.youtube.com/watch?v=S2T5qL8G-qc
(3) Juventud Rebelde:
http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2011-02-27/siempre-habra-un-emilio/
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31422
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