Moisés Leonardo Rodríguez
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - La arquitectura de La
Habana es una mezcla de estilos diversos escogidos por arquitectos y
propietarios a lo largo casi cinco siglos. Pero en las últimas décadas
predomina en ella un eclecticismo no determinado por criterios
estéticos, sino por nuestras necesidades y carencias crecientes.
Las ventanas son uno de los elementos que más aportan al eclecticismo de
estos "diseños" impuestos, sin armonía, ni miramientos estéticos.
Coexisten en una misma edificación ventanas de madera de dos hojas
enteras o con pequeñas persianas en medio de cada una; las aquí llamadas
"Miami", de madera o aluminio; las de hierro con cristales transparentes
o plásticos de diversos colores, y hasta planchas de hierro colgadas de
pedazos de goma de automóviles, a modo de bisagras.
No faltan huecos que hacen las veces de ventanas, por falta de recursos
de los habitantes de las casas, y que se tapan con pedazos de madera,
hierro, cartón, plástico o lo que aparezca.
La reparación del hospital Maternidad Obrera es una muestra de este
novísimo "neo eclecticismo cubano". El bellísimo edificio tiene ventanas
de aluminio y vidrio que realmente corresponden al estilo Deco de la
vieja edificación, pero en uno de sus costados, el más visible, las
ventanas de la planta baja has sido sustituidas con ventanas tipo Miami.
En un edificio ubicado en el boulevard de San Rafael, frente al parque
Fe del Valle, se pueden contar hasta seis tipos diferentes de ventanas,
sólo en el frente.
Tradicionalmente, nuestras casas han sido fuente de orgullo y muestra de
la posición social de sus habitantes. A juzgar por el desastroso estado,
el caos arquitectónico y la gran variedad de ventanas incompatibles que
afean hoy nuestras casas y edificios, muy mal andamos los cubanos en
tiempos del castrismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario