2 de agosto de 2010

Castro autoriza pequeños negocios privados, pero no tolerará la oposición

EN CUBA | La vida sigue igual

Castro autoriza pequeños negocios privados, pero no tolerará la oposición
Rui Ferreira | Miami
Actualizado lunes 02/08/2010 03:02 horas

Pese a las esperanzas de que el Gobierno anunciaría la reforma del
sistema económico y una posible apertura política, los cubanos se fueron
a la cama el domingo por la noche con una certeza: por ahora todo sigue
igual, la disidencia tiene que seguir callándose la boca, no hay mucha
prisa por reformar el sistema y Estados Unidos sigue siendo el enemigo,
entre otras razones, porque 'mantiene la plaza sitiada'.

Al clausurar una sesión de nueve horas del Parlamento local, el
presidente cubano Raúl Castro dijo que autorizará una mayor cantidad de
pequeños negocios privados y flexibilizará la contratación de mano de
obra, para hacer de la 'economía socialista' de la isla, algo más eficiente.

Sin embargo, no habrá "impunidad para los enemigos de la patria",
advirtió Castro, en lo que constituyen sus primeras declaraciones tras
el inicio de la liberación de 52 presos políticos, pactada con la
Iglesia Católica.

"Por decisión soberana y en estricto apego a nuestras leyes, en los
últimos días se completó la excarcelación y salida del país de los
primeros 21 reclusos contrarrevolucionarios, de los 53 sancionados en el
2003 por delitos contra la seguridad del Estado. Con anterioridad, desde
el 2004, se había concedido licencia extrapenal a otros 22 sancionados
en la misma causa judicial.", dijo el mandatario, refiriéndose al Grupo
de los 75, arrestados durante la "Primavera Negra".

En su opinión, "ninguno de estos ciudadanos fue condenado por sus
ideas", ya que, "como quedó probado de manera irrefutable", en el
juicio, "todos habían cometido delitos previstos y sancionados en
nuestras leyes, actuando al servicio del gobierno de los Estados Unidos
y de su política de bloqueo y subversión".

Según Castro, "no debe olvidarse que en aquellos momentos el entonces
presidente George W. Bush, embriagado con las aparentes victorias en las
guerras de Iraq y Afganistán, proclamaba el 'cambio de régimen' en Cuba
y amenazaba directamente nuestra seguridad nacional, llegando incluso a
designar públicamente un interventor para administrar el país tras ser
ocupado, al igual que acababan de hacer en Iraq".

Y, a consecuencia de ello, "se fraguaron decenas de planes de
desestabilización interna y de secuestro de aviones y barcos que tuvimos
que enfrentar con toda firmeza, basados en el estricto respeto a las leyes".

"La Revolución puede ser generosa porque es fuerte, su fuerza radica en
el apoyo mayoritario del pueblo que ha sabido resistir tantos años de
agresiones y sacrificios, por eso no resulta ocioso reiterar que no
habrá impunidad para los enemigos de la patria, para quienes intenten
poner en peligro nuestra independencia", afirmo Castro, en el discurso
de clausura de la primera reunión anual del Parlamento Cubano.

Además, que "nadie se llame a engaño. La defensa de nuestras sagradas
conquistas, de nuestras calles y plazas, seguirá siendo el primer deber
de los revolucionarios a quienes no podemos privar de ese derecho",
enfatizó.

La mención del tema es una obvia referencia a los actos de hostilidad
callejera que los defensores del Gobierno han protagonizado contra la
oposición, en particular las esposas de los ex presos de la Primavera
Negra, conocidas como 'Damas de Blanca'.
Trabajo privado

Sin responder en su totalidad a las expectativas de la población, Castro
anunció la autorización para ampliar el trabajo privado en la isla,
aunque parcialmente.

"El Consejo de Ministros también acordó ampliar el ejercicio del trabajo
por cuenta propia y su utilización como una alternativa más de empleo de
los trabajadores excedentes, eliminando varias prohibiciones vigentes
para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de
algunas producciones, flexibilizando la contratación de fuerza de
trabajo", dijo el mandatario, que anunció también un nuevo sistema de
impuestos adaptado a los nuevos tiempos.

También, "se aprobó la aplicación de un régimen tributario para el
trabajo por cuenta propia que responda al nuevo escenario económico y
garantice que los incorporados a esta actividad contribuyan a la
seguridad social, abonen impuestos sobre los ingresos personales y las
ventas; y aquellos que contraten trabajadores paguen el tributo por la
utilización de la fuerza de trabajo".
Más despidos

Castro también reveló que el Consejo de Ministros decidió aplicar, "por
etapas" un conjunto de medidas para "reducir" el número de trabajadores
del sector estatal.

"En una primera fase, que planificamos concluir en el primer trimestre
del próximo año, se modificará el tratamiento laboral y salarial a los
trabajadores disponibles e interruptos [desempleados] de un grupo de
organismos de la administración central del estado", añadió Castro, sin
dejar claro si se refiere a los trabajadores de empresas estatales y si
están incluidos los funcionarios de la máquina burocrática del gobierno.
'La plaza sigue sitiada'

El mandatario aprovechó la oportunidad para referirse a los nexos con su
vecino del norte, pero no se manifestó muy esperanzado en una mejora ni
lanzó propuestas sobre el asunto.

"En cuanto a Cuba y los Estados Unidos, en esencia nada ha cambiado.
Nuestros valerosos Cinco Héroes permanecen sufriendo injusta prisión y
un trato abusivo, como la crueldad que se comete actualmente con el
compañero Gerardo Hernández Nordelo, condenada por esta Asamblea",
afirmó refiriéndose a los cubanos arrestados en Estados Unidos en 1998,
y condenados por espiar para el gobierno cubano.

Según el mandatario cubano, "aunque exista menos retórica y se celebren
ocasionales conversaciones bilaterales sobre temas específicos y
limitados, en realidad, el [embargo económico] se continúa aplicando y
nosotros seguiremos actuando con la serenidad y paciencia que hemos
aprendido en más de medio siglo".
No a la economía de mercado

En las últimas semanas, se intensificaron en la isla las especulaciones
populares sobre una reforma económica. Aunque el presidente Raúl Castro
se encargó de desvanecer toda esperanza al respeto al clausurar la
reunión parlamentaria, a su inicio el ministro de economía había
adelantado hacia dónde se dirigían los disparos.

"No se puede hablar de reformas. Estamos estudiando una actualización
del modelo económico. Está en estudio y con mucha calma", dijo el
ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo.

El ministro agregó que la actualización incluye la manutención de
planificación centralizada y el rechazo a la economía de mercado, y
aunque "se aligerarán" algunos sectores, la propiedad seguirá siendo
estatal.

"Hoy el Estado tiene un grupo de actividades que se debe descargar. El
Estado se tiene que ocupar en economía de las cosas más fuertes",
declaró Murillo.

De momento, desde el punto de vista de reformas, en Cuba apenas se ha
entregado a los empleados y a titulo experimental el control de algunos
transportes públicos y la gestión de barberías y salones de belleza.

En 2007, Raúl Castro anunció "cambios estructurales y de conceptos" en
el sistema socialista vigente en el país, pero ha pedido paciencia tras
algunas medidas iniciales como la entrega de tierras a agricultores
particulares o la concesión por primera vez en años de licencias para
taxis privados.

Economistas cubanos aseguran que en la isla existe una amplia discusión
teórica en torno a su sistema económico, pero exigen reformas más
rápidas y profundas en medio de la actual crisis económica.

http://www.elmundo.es/america/2010/08/01/cuba/1280698668.html

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