27 de julio de 2010

Un aniversario que rompió tradiciones

Un aniversario que rompió tradiciones
Por Patricia Grogg

LA HABANA, 26 jul (IPS) - El presidente de Cuba, Raúl Castro, rompió
este lunes una tradición de la era revolucionaria al abstenerse de
hablar en el festejo oficial por el 57 aniversario del asalto al cuartel
Moncada, revés militar que sin embargo marcó el inicio de la
insurrección triunfante en enero de 1959.

"No sabemos qué pasó... Nos quedamos esperando su discurso", confió a
IPS vía telefónica un investigador cubano que asistió al acto
conmemorativo realizado en la central ciudad de Santa Clara. El
gobernante cedió la tribuna al primer vicepresidente José Ramón Machado
Ventura, tomando por sorpresa prácticamente al país entero.

Aún cuando desde la víspera se anunció que la celebración estaría
encabezada por Raúl Castro, elegido en febrero de 2008 presidente del
Consejo de Estado, no pocas personas esperaban incluso la presencia de
su hermano mayor, el ex mandatario Fidel Castro, quien este mes dio
muestras de recuperación y reapareció en la escena pública.

Celebrado como Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de julio tiene un
marcado simbolismo. Según datos oficiales, la primera vez que Fidel
Castro estuvo ausente fue en 2007. Un año antes, cayó enfermo dos o tres
días después de hablar en la conmemoración de la efeméride realizada en
la oriental provincia de Granma.

Pero en 1994 y en 1997, el discurso de cierre del acto central estuvo a
cargo de Raúl Castro, en tanto que en 1992 se pospuso la celebración
hasta el 5 de septiembre, luego de que Fidel Castro regresó de un viaje
a España en el cual asistió a la II Cumbre Iberoamericana y visitó
Galicia, región natal de su padre, Ángel Castro, fallecido en 1956. Esta
efeméride conmemora el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de
Cuba, a 847 kilómetros de La Habana, y Carlos Manuel de Céspedes, en
Bayamo, a 730 kilómetros de la capital, que en 1953 dirigió Fidel Castro
al frente de un grupo de jóvenes entre quienes se encontraba Raúl.

La fecha es motivo de celebraciones que incluyen un acto oficial,
tradicionalmente aprovechado para informar sobre la situación del país y
su entorno internacional.

En su discurso de 2007, Raúl Castro desmenuzó los problemas económicos
del país y habló de cambios estructurales y de concepto para hacer
producir la tierra.

Sus palabras fueron tomadas como promesa de las transformaciones que
necesita Cuba para enderezar su debilitada economía y en esta ocasión se
esperaban anuncios importantes sobre el tema.

Pero al cabo de cuatro años, Machado Ventura evidenció que el gobierno
no siente apuro en esa materia.

"Continuaremos los estudios, análisis, así como la toma de decisiones
que conduzcan a superar deficiencias y perfeccionar la sociedad; pero
éstas no serán populistas, demagógicas, sino con sentido de
responsabilidad, paso a paso, sin improvisaciones ni precipitaciones
para no errar, y dejar atrás errores y medidas que no se avienen a las
condiciones actuales", dijo.

En su hasta ahora único discurso de este año en Cuba, efectuado en
abril, Raúl Castro atribuyó la desesperación de quienes desean cambios
"inmediatos", al desconocimiento de la "magnitud de la tarea" y "la
profundidad y complejidad de las interrelaciones entre los diferentes
factores del funcionamiento de la sociedad que deberán modificarse". La
cita en Santa Clara tampoco contó con la presencia del presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, quien dos días después de anunciar que estaba
invitado y figuraba entre los oradores, informó que había suspendido su
viaje ante el riesgo de "agresión" a su país por parte de Colombia,
respaldada, según dijo, por Estados Unidos.

En su lugar habló su ministro de Energía y Petróleo y presidente de la
firma estatal Petróleos de Venezuela, Alí Rodríguez, quien acuso a
Washington de fomentar un enfrentamiento entre Bogotá y Caracas.

La tensión binacional creció tras la decisión de Chávez de romper
relaciones totales con Colombia, luego de que el presidente Álvaro Uribe
lo acusó de proteger a guerrilleros izquierdistas del vecino país.

"Somos amantes de la paz, lucharemos hasta lo infinito por garantizar la
paz, pero no le tememos a la guerra si nos la imponen", dijo Rodríguez,
uno de los representantes de Venezuela que participó entre el domingo y
este lunes en una reunión ministerial con Cuba, donde se acordó
concentrarse en la implementación de cerca de 140 proyectos bilaterales.

Según expertos, se trata de fortalecer las iniciativas que más responden
a los intereses de ambas naciones y también con mayores posibilidades en
la esfera productiva. El intercambio entre Cuba y Venezuela ha crecido
desde 2005 a más de 3.000 millones de dólares en 2009.

Venezuela abastece a Cuba con cerca de 100.000 barriles diarios de
petróleo y derivados, lo que la hace vulnerable a cualquier
desestabilización de ese país.

"La situación internacional que nos rodea está muy grave. Es mejor que
por ahora Raúl no haya hablado", aventuró a IPS un veterano militante
del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Aun en medio de ese contexto adverso, la atención de la población de
11,2 millones de habitantes se trasladó desde este lunes hacia la sesión
ordinaria del parlamento, prevista para el 1 de agosto, cuyos discursos
de cierre han estado hasta ahora a cargo del presidente Raúl Castro.

Empero, Fidel Castro mantiene su puesto de diputado en la Asamblea
Nacional. Inclusive su silla ha permanecido hasta ahora vacía, junto a
la de Raúl, en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La
Habana, donde habitualmente sesionan los diputados.

El octogenario líder cubano desistió en febrero de 2008 de aspirar
nuevamente al cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en
Jefe, pero conserva el puesto de primer secretario del PCC además de su
bancada parlamentaria.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96012

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