Moisés Leonardo Rodríguez
LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - El jueves de la pasada
semana, a las 7 y 45 de la mañana, el ómnibus de la ruta 20, repleta
hasta el tope, se detuvo en la parada de San Lázaro, antes de cruzar
Infanta. Una pasajera que trataba de abordar la guagua dijo al conductor:
-Oiga, chofer, desde las seis y media de la mañana estamos aquí ¿Qué
pasa con esta ruta veinte?
El conductor, que había abandonado su asiento para pedir a la gente que
avanzara, y así permitir subir a los que se aglomeraban en la acera,
contestó. "No sé lo que pasa con las 20, yo estoy aquí con la mía".
Ese mismo día, mientras esperaba a una amiga, en la parada de Línea y
18, en el Vedado, un joven conductor de ómnibus comentó:
-Hace hora y media espero la 34 y no pasa ninguna de las dos que están
en servicio. A las dos y media me voy para la casa, pues a partir de esa
hora ya pierdo mi turno.
Por ese chofer pude conocer que en la terminal de la Lisa sólo funcionan
26 vehículos, del parque de 62 que posee. La falta de piezas de repuesto
es el factor principal que empeora cada día el servicio en la capital, a
lo que se suma la excesiva carga de pasajeros, al punto que no se pueden
cerrar las puertas, y las paradas oficiales en las que los carros no se
detienen, con la consiguiente aglomeración de público disgustado.
Otra irregularidad que se ha puesto de moda es lo que la gente llama "el
trencito". Se alarga interminablemente la espera del ómnibus de una
ruta, y al final aparecen dos, tres y hasta cuatro guaguas. Esto se
acompaña en ocasiones de competencias para adelantar y recoger más
pasaje, con lo que se pone en riesgo la vida de los pasajeros.
De la planificada música instrumental que escucharían los cubanos
mientras viajaran, como forma de apaciguar los ánimos, no queda nada.
Reguetón, hip hop, boleros, rumbas, de acuerdo al gusto de los
guagüeros, es lo que se escucha, mientras los tímpanos soportan la
estridencia.
Así va el transporte público en la capital a pesar de la destitución del
ministro. Como dijo una pasajera después de esperar hora y media en una
parada del Reparto Eléctrico, cambian ministros y siguen cambiando, pero
el transporte cada día está peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario