Traición en Bruselas
MARTIN PALOUS | Miami | 17 Feb 2014 - 12:33 pm.
Las negociaciones entre la UE y La Habana son un reto para los que
luchan por la libertad en la Isla, pero presentan una gran oportunidad.
La Unión Europea iniciará a corto plazo negociaciones con La Habana, que
durarán un año o dos, para establecer una nueva política hacia Cuba. La
oposición democrática en la Isla y en el exilio han dicho que la
iniciativa, al descartar la Posición Común, responde a los intereses
económicos de los europeos, que de esta forma le están dando la espalda
a los cubanos que desean los mismos derechos humanos que ellos disfrutan.
Los críticos apuntan correctamente que la Posición Común establece que,
para normalizar las relaciones con La Habana, tiene que mejorar
substancialmente la situación de los derechos humanos. Muchos temen que
se repita el lamentable espectáculo de la cumbre de la CELAC en La
Habana, en el que ningún mandatario latinoamericano mencionó la
represión y la falta de libertades en el país.
Pero la UE no es la CELAC, y para poder juzgar las intenciones de los
europeos hay que conocer en más detalle la Unión Europea y la reunión
que acaba de tener lugar en Bruselas. Bruselas no es La Habana, de
manera que la Posición Común en su situación actual se mantendrá a
pedido de la República Checa y de Polonia, hasta que las negociaciones
lleguen a su fin. Según una fuente europea, citada por El Nuevo Herald,
"esas negociaciones durarán uno o dos años", si se llevan a cabo en un
espíritu "constructivo".
Ese espíritu constructivo tiene algo que ver con las declaraciones de
José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión Europea, que ha dicho
que "es muy importante que Cuba respete los derechos humanos, que no
tenga presos políticos... Es muy importante la libertad de expresión, la
libertad de asociación". En palabras de la jefa de la diplomacia
europea, Catherine Ashton: "seguimos expresando nuestra preocupación en
lo relativo a los derechos humanos".
Además, el documento final tiene que ser aprobado por unanimidad y
tendrá fuerza legal, no como la actual Posición Común, que no cuenta con
una forma efectiva de implementación, como puede verificar cualquiera
que se informe sobre los acuerdos bilaterales que desde 1986 ha firmado
La Habana con 15 países europeos.
Esto no quiere decir que La Habana y otros no tengan su propia agenda, y
que la negociación no incluya aspectos económicos y comerciales que La
Habana necesita urgentemente. Lo que quiere decir es que, aunque los
derechos humanos continúen siendo el elemento esencial de las relaciones
entre la UE y Cuba, y sirvan de base para la nueva política europea que
aún está por negociarse, la oposición democrática en la Isla y sus
amigos en el exterior tienen que mantenerse vigilantes para que las
negociaciones en una forma práctica incluyan derechos humanos en
general, los derechos sindicales, el derecho de asociación, y el impacto
de las inversiones extranjeras en el medio ambiente de la Isla.
Y como los 28 estados miembros de la UE tendrán que dar su aprobación,
la puerta se abre para muchas gestiones con esos gobiernos de parte de
la oposición en la Isla, de los cubanos a los que ahora se les permite
viajar al exterior, de los cubanos libres en Estados Unidos y otros
países, y de las organizaciones de derechos humanos internacionales que
conocen el drama cubano. Además, los países que sufrieron por décadas
bajo la Cortina de Hierro —y sus experiencias en la transición a la
libertad— serán parte de las negociaciones con La Habana.
Para los europeos, de lo que se trata es de comenzar la negociación a
nivel gubernamental entre la UE y La Habana. Las negociaciones, como ya
se ha dicho, durarán un par de años si todo marcha bien. En las
discusiones habrá oportunidad para la diplomacia pública y para que
participen miembros de la sociedad civil cubana, que continúa siendo
reprimida por Raúl Castro.
Europa no quiere seguir lidiando con Cuba como si fuera un caso
especial. Los europeos no quieren darle una justificación al régimen —no
importa cuán pueril— para que trate de justificar la represión diciendo
que la revolución está siendo atacada y tiene que defenderse.
Hace años el régimen cubano retiró su petición para unirse al Tratado de
Cotonou, compuesto por 75 países. Este Tratado busca incorporar a la
economía mundial a países en desarrollo de África y América Latina. Los
europeos les dan beneficios comerciales, pero La Habana retiró su
petición debido a que los europeos insistieron en considerar a Cuba
exactamente como a los otros países, mas La Habana quería una excepción
en cuanto a derechos humanos.
Para el régimen, el inicio de las negociaciones es una espada de doble
filo. Mientras Raúl Castro espera que el nuevo acuerdo con Europa
legitime su régimen de un solo partido político y sus hasta ahora
mínimas reformas económicas, la negociación incluirá un análisis de la
situación de los derechos humanos, las restricciones sobre el comercio y
la actividad económica que el castrismo impone al pueblo cubano, el
inmovilismo del gobierno que se niega a liberar el potencial empresarial
de los cubanos, y la liberación de los presos políticos.
Si los europeos actúan en consonancia con sus declaraciones, la
oposición cubana debe oírse en Bruselas. Los representantes de la Unión
Europea en La Habana tienen que reunirse con los disidentes. Los
críticos que dicen que la causa de Cuba libre no tiene amigos,
desconocen el trabajo realizado por Vaclav Havel, Lech Walesa y muchos
otros. No es suficiente denunciar políticas con las que uno está en
desacuerdo. Las negociaciones entre la Unión Europea y La Habana son un
reto para los que luchan por la libertad en la Isla, pero presentan una
gran oportunidad. Los que queremos ver una Cuba donde todos los cubanos
puedan vivir en libertad bajo el imperio de la ley, tenemos trabajo que
realizar.
Martin Palous fue vocero del movimiento Carta 77 y embajador checo ante
Naciones Unidas. Hoy dirige la iniciativa Vaclav Havel por los Derechos
Humanos y la Diplomacia en la Universidad Internacional de la Florida y
preside la Plataforma Internacional para los Derechos Humanos en Cuba.
Source: Traición en Bruselas | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1392633408_7180.html
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