Cubanos en Panamá, entre la supervivencia y el optimismo
Trabajan donde y como se pueda, mientras esperan por una solución a la
crisis migratoria
lunes, mayo 2, 2016 | Alberto Roteta Dorado
PASO CANOAS, Panamá.- Puerto Obaldía es un pequeño poblado costero
cercano a la frontera entre Colombia y Panamá. Detenido en el tiempo,
con construcciones pintorescas en total estado de deterioro, amén de su
atraso económico y social intenta sobrevivir en medio de la nada, de la
no existencia. Su población se ha visto favorecida en los últimos meses
gracias al paso y la estancia de los miles de cubanos que han dejado su
impronta en el poblado.
Allí cientos de migrantes provenientes de la Isla permanecen por varios
días a la espera de terminar trámites migratorios para continuar su
viaje hacia Ciudad Panamá y Paso Canoas, este último en el otro extremo
fronterizo, con Costa Rica.
Sobre las condiciones infrahumanas de Puerto Obaldía ya se ha comentado
en este medio. Sólo he de precisar que al llegar al sitio las
autoridades de migración y la policía costera le advierten al recién
llegado que el gobierno panameño no le ofrece albergue, sino solo una
pequeña porción de alimentos consistente en arroz y frijoles en el
almuerzo y cena y un cereal de maíz en el desayuno, todo como ayuda
humanitaria procedente de organizaciones como la Cruz Roja.
Al no ser acogidos, todos han de concentrarse en una cancha deportiva
techada en el centro del poblado, ahora convertida en un albergue con
casas de campaña improvisadas, pisos de cajas de cartón y techos de
materiales de desecho. Solo algunos se alquilan en las deplorables casas
de los pocos residentes del lugar.
Algo significativo en esta zona ha sido lo que han tenido que hacer los
cubanos para tratar de salir adelante en medio de la adversidad. No
todos los que asumen esta travesía tienen las posibilidades económicas o
familiares que desde otros países les ayuden. Esto prolonga su estadía
acá, lo que incrementa sus gastos por concepto de alimentos, agua,
necesidad de comunicación. Para su subsistencia, y para poder ahorrar en
pos de asumir el resto del viaje, han tenido que trabajar a pesar de las
escasas opciones en este sentido.
Un joven de la zona oriental de Cuba logró emplearse durante dos meses
en un humilde restaurante hasta obtener lo indispensable para seguir
rumbo a Paso Canoas en lancha, la forma menos costosa de llegar. Otros
cocinaban y vendían sus productos a los propios cubanos a precios
accesibles, o se ocupaban de la recogida de basuras y limpieza de los
patios por pagos ínfimos; pero con la mejor disposición de asumir una
responsabilidad que de manera decorosa les permita continuar.
En Paso Canoas algunos también trabajan. Dos muchachas jóvenes de La
Habana, con solo unas semanas de llegadas aquí, han logrado insertarse
en la vida social y trabajar en un restaurante de las cercanías. Ellas,
como otros tantos, tienen que asumir todos sus gastos y enfrentar una
travesía larga y peligrosa.
Un joven padre de dos adolescentes se ha tenido que ir a los campos de
Chiriquí a trabajar en labores de la agricultura, su estancia se ha
prolongado por casi tres meses ya y sus reservas se han agotado. Los
barberos y peluqueros en calles y portales, los vendedores de desayunos
y meriendas a precios módicos por las cercanías de los albergues abundan
en estos tiempos.
No obstante, las opciones de trabajo son mínimas en estos pequeños
pueblos. Algunos salen muy temprano en la mañana buscando posibilidades
pero regresan sin resultado alguno. El tiempo pasa y la espera se prolonga.
El presidente de Panamá Juan Carlos Varela afirmó, en entrevista para la
televisión la noche del pasado viernes: "Estamos muy cerca de una
solución diplomática para los 3 000 cubanos censados, lo que recibirán
ayuda humanitaria".
De igual forma expresó al popular diario panameño El Telemetro: "A
partir de que culmine la operación de traslado de los cubanos censados,
los que ingresen posteriormente tendrán que tomar decisiones de a qué
país quieren regresar, no podemos convertirnos en un respaldo logístico
permanente a un tráfico de migrantes".
Por su parte, el ministro de seguridad Rodolfo Aguilera, en
declaraciones a la televisión nacional se refirió a la necesidad urgente
de un corredor humanitario que ponga fin a esta crisis.
Un policía de la frontera Panamá-Colombia, que prefirió permanecer en el
anonimato, me confirmó que los primeros 25 cubanos ya fueron devueltos
la tarde del viernes desde Puerto Obaldía, cumpliendo lo establecido por
las autoridades del país: "no entrarán más migrantes a territorio panameño".
Las expectativas de los cubanos son muy buenas. Todos coinciden en la
idea de una solución inminente a la crisis migratoria que no puede
continuar prolongándose. Igualmente agradecen al presidente Varela su
actitud y disposición de ayudar a la solución del gran conflicto.
Source: Cubanos en Panamá, entre la supervivencia y el optimismo |
Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/cubanos-en-panama-entre-la-supervivencia-y-el-optimismo/
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