La respuesta en Cuba está en el aire
Los más jóvenes aplican la picaresca informática para inventar algo que
apenas existe en la isla, internet
MERCEDES GALLEGO ENVIADA ESPECIAL
27 marzo 2016
la habana. Lo sabe hasta Obama. «El cubano inventa del aire», dijo el
martes, en español, desde el Gran Teatro de La Habana. Durante décadas,
el visitante extranjero ha visto perplejo el ingenio con el que
cualquier cubano era capaz de armar con palanganas antenas parabólicas
en los tejados para capturar las emisiones de Miami o reparar con lo que
tuviese a mano coches de los años 50 para los que ya no se fabrican
piezas. En la nueva generación, ese ingenio y picaresca innatos al
cubano se están dirigiendo a un campo que se consideraba ausente en la
isla: la informática.
Son los nuevos 'hawkers' al estilo de Anonymous, que aplican a sus redes
secretas un alto sentido ético. Parecen 'anarcas', no tienen una cabeza
visible que se pueda decapitar, pero se autorregulan y hasta se
sancionan con severidad para evitar que La Red de la Calle que han
creado se les escape de las manos o sea desmantelada por el Gobierno. No
hay una fecha exacta para decir cuándo se formó la Street Network
cubana, conocida como SNET, pero hay que medirlo en años y puede que su
inicio cumpla ya una década. Fue in invento orgánico que empezó con un
juego entre vecinos. «Con cinco es aburrido, con diez es divertido»,
explica uno de sus miembros. Cuantos más jugadores, más interesante
sería la partida, así que pronto se conectaron varias computadoras en el
edificio. Al principio por largos cables de ethernet que rodaban
escalera arriba y luego cruzaron los tejados para conectarse a otros
edificios vecinos. Después, con transmisores de wi-fi que crearon una
intranet, y finalmente con nanoestaciones que conectan toda La Habana y
muchas ciudades del conjunto dela isla.
La Red de la Calle no está conectada a internet para no violar las leyes
pero en ella se encuentran muchos de los capítulos que cualquier
internauta querría consultar, como Wikipedia. No es exactamente igual
que la enciclopedia en tiempo real que se encuentra en la 'world wide
web', porque en ella se ha detenido el tiempo en el momento en que
alguien tomó una imagen espejo y la volcó en la intranet de SNET. Sus
miembros, sin embargo, procuran actualizarla con regularidad.
SNET está consagrada al entretenimiento y al conocimiento. En ella no se
puede hablar de política ni de religión, que son los dos temas que
provocan mayor división. Eso atentaría contra el sentido de comunidad
que han establecido. Tampoco está permitido utilizar el servicio para
vender Internet a otros usuarios cercanos, lo que iría en contra de las
reglas del Gobierno y de su supervivencia misma. No es una rebelión
contra el Gobierno, sino que por el contrario busca un marco legal que
incluso le permita pagar impuestos y garantizar una situación que ahora
está tolerada pero no autorizada.
No existe una ley para regular el uso del wi-fi en Cuba, pero todo lo
que no está expresamente autorizado se asume prohibido. La detención del
estadounidense Alan Gross, que trajo a Cuba equipos informáticos para
conectar a grupos religiosos con Internet satélite, fue un toque de
atención para estos veinteañeros. El contratista Gross pasó cinco años
en la cárcel, no por proporcionar esos equipos sino por no haber pedido
licencia para ellos. Y si no hubiera formado parte de las negociaciones
del Gobierno de Obama para restablecer relaciones diplomáticas con Cuba,
todavía seguiría entre rejas.
Los jóvenes de SNET se autovigilan celosamente para mantener su estatu
quo mientras siguen creciendo con rapidez. En su número está la fuerza,
unos 15.000, de los 9.000 que tenían hace un año, incluyendo a hijos de
altos funcionarios. En su miniversión de la web hay plataformas de
'dating on line'. La cercanía física facilita que las citas virtuales se
trasladen a toda velocidad a un mojito en el Copelia. Abundan los foros
de discusión sobre asuntos variados, aunque los tecnológicos son
especialmente populares en esta comunidad de 'nerds'. Se pueden ver las
últimas películas, series de televisión, descargar programas
informáticos y hasta El Paquete Semanal, el invento pirata más tolerado
por el Ejecutivo, que permite a toda la isla recibir semanalmente en un
disco duro 3 trigabytes de películas, noticias, eventos y series de
televisión de todo el mundo. Incluso se puede pedir a la carta.
La segunda revolución la trajo hace un año la tecnología china de
Huawei, el Cisco chino que ha permitido instalar esos puntos de wi-fi
públicos. Los cubanos aseguran que dentro han encontrado piezas
auténticas de Cisco, porque aquí todo queda entre piratas, unos más
grandes que otros. La tercera puede estar al llegar, con los acuerdos
recién firmados esta semana entre Google y el gobierno cubano para
ampliar la cobertura wi-fi de la isla y llevarla hasta los teléfonos y
casas de los cubanos sin necesidad de contar los minutos de conexión a
precio de oro.
Source: La respuesta en Cuba está en el aire . SUR.es -
http://www.diariosur.es/internacional/201603/27/respuesta-cuba-esta-aire-20160327003616-v.html
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