2 de mayo de 2015

Los vigilantes de la Plaza

Los vigilantes de la Plaza
1 de Mayo: No importan los eventos meteorológicos que, en una ciudad tan
devastada como es la capital de Cuba, dejan a miles de personas en la
calle y envían a otros directamente a la muerte.
Jorge Ignacio Pérez
mayo 01, 2015

Algunas calles de La Habana recordaban Venecia –salvando las
distancias–, con esos autobuses/barcos librando las vías a duras penas.
Las calles del centro de la ciudad se inundaron por el deficiente
drenaje, por la basura acumulada en las esquinas y por un intenso
diluvio que se adelantó, por horas, al 1 de mayo.

Las inundaciones dejaron un saldo de tres muertos y una veintena de
derrumbes de edificios del sector residencial. Entre los fallecidos está
un bicitaxista que quedó atrapado por la crecida, cerca del Mercado de
Cuatro Caminos, también conocido como Mercado Único (ver video). Las
imágenes de desolación –gente que ha perdido sus insumos, las pocas
cosas que tienen, sus escasos electrodomésticos y muebles– estaban
siendo ignoradas por detrás de la escena. El Gobierno preparaba un acto
muy simbólico para el día primero.

Nada podría detener esa gala en la llamada Plaza de la Revolución, donde
desfilaría "el pueblo trabajador", encabezado por los cinco nuevos
héroes –espías en Estados Unidos devueltos sin completar condena– y en
cuyo podio estaría, al lado del dictador Raúl Castro, un Nicolás Maduro
exultante porque su mentor le ofrece un reconocimiento público, luego de
negociar con los yanquis; o sea, después de conversar con "el enemigo".

La puesta en escena fue perfecta en la Plaza. Un locutor oficial –de
Manolo Ortega a Rodobaldo Hernández, pasando por Rafael Serrano, todos
con estilo estandarizado– sería el maestro de ceremonias. Éste
presentaría a los extranjeros que apoyan el castrismo –como José Luis
Centellas, secretario general del partido comunista español– y daría la
palabra a un efusivo secretario general de la Central de Trabajadores de
Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, quien leería un discurso más
dirigido a la política exterior que a los trabajadores mismos.

"Nos queda un largo camino por recorrer", diría Guilarte de Nacimiento
en relación con la nueva política estadounidense de acercarse a Cuba
mediante la diplomacia. "Nos queda que nos quiten el bloqueo y nos
devuelvan la base de Guantánamo", recalcaría el también miembro del
Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Luego, marcharía esa parte del pueblo reclutada a las malas para hacer
la foto del 1 de Mayo. Se expondría ese plano abierto de la Plaza donde
tradicionalmente se ve un enjambre de personas, que supuestamente apoyan
a Castro.

En la tribuna estarían los ancianos de la vieja guardia que van
quedando: Un Machado Ventura con guayabera y sombrero de yarey; un
Ramiro Valdés con uniforme militar y prismáticos de largo alcance para
estudiar los rostros entre la masa compacta. El viejo represor, Ramiro,
que ha pasado por todos los cargos posibles en más de 50 años, continúa
vigilando.

La víspera, desde horas de la tarde, un operativo nacional había
colocado agentes de civil afuera de las viviendas de los disidentes para
que no salieran a decir nada. Ricardo Lázaro Fiallo y Yilian Marrero, en
Güines; Yordan Marrero Huerta, en Sibanicú, Camagüey; Yoandri Montoya,
en Bayamo, son nombres de activistas que estarían listados para un
arresto domiciliario temporal. La estrategia garantizaría menos
protestas antigubernamentales. En la capital la lista sería más extensa.

Paralelamente, TeleSur, canal venezolano organizado por el difunto
Chávez, estaría convocando a una marcha de obreros en Caracas, y en todo
ese país, esta vez en ausencia de Nicolás Maduro, que tendría
compromisos urgentes en la tribuna de La Habana. Luego del apretón de
manos con Obama, Raúl Castro tendría un desagravio con Maduro. Y el día
1 de mayo sería ideal.

No importan los eventos meteorológicos que, en una ciudad tan devastada
como es la capital de Cuba, dejan a miles de personas en la calle, y
envían a otros directamente a la muerte.

Source: Los vigilantes de la Plaza -
http://www.martinoticias.com/content/article/92254.html

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