Lunes, 26 de Diciembre de 2011 00:35
Manuel Morejón Soler
El Vedado, La Habana (PD) El poder de Dios se ve en la creación y el
mantenimiento del mundo, pero Dios interviene activamente en muchas
ocasiones, haciendo evidente su poder en hechos milagrosos de liberación.
Con mano fuerte y brazo extendido sacó a su pueblo de Egipto (Éxodo
15:6, Deuteronomio 5:15), y demostró su poder al darles la tierra
prometida (Salmos 111:6).
Parte de la autoridad de Dios ha sido delegada en el hombre (Génesis
1:26-28, Salmos 8:5-8; Salmos 115:16), pero este no la ha sabido
administrar apropiadamente.
Los gobiernos, para proteger la s decisiones que quieren tomar, dependen
de una legislación que han creado conforme a sus intereses, rechazando
la carta magna divina con lo que se han erigido en dioses y se resisten
a la voluntad del Creador. Como consecuencia de esta rebeldía, se puede
notar ya la hecatombe que provocan en la naturaleza y la sociedad.
En Cuba, el sistema socialista fue declarado irrevocable en una enmienda
constitucional manipulada y ajena a toda libertad y soberanía popular,
como si se pudiera detener la historia del país por la voluntad de un
solo hombre.
En Salmos 62:11 se advierte que el verdadero poder y la capacidad para
ejercer autoridad en forma efectiva, pertenece sólo a Dios.
Los amos de Cuba lo único que no han dejado de hacer –y muy bien que lo
hacen- es prometer constantemente un paraíso al pueblo cubano, que nunca
hubieran podido dar. Además, culpan siempre de todas nuestras
tribulaciones, creadas por ellos mismos, a los Estados Unidos, sin
reconocer que la situación que padece el país no es más que el producto
de la insuficiencia de ellos mismos para gobernar debidamente. El poder
no corrompe, sino que desenmascara. Tenga la certeza de que si Estados
Unidos no existiese, el Mentiroso en Jefe los hubiera inventado.
Los medios de comunicación, controlados totalmente por el Partido
Comunista, no hacen más que difundir lo que llaman "los logros de la
revolución". Encumbran lo que estiman conveniente y desestiman, sin
ninguna oposición, lo que consideran contrario a sus intereses.
Constantemente elogian los logros en la educación y la salud. ¿Acaso si
fueran ciertos todos esos logros, no es eso precisamente lo que tiene
que hacer todo gobernante?
En cuanto a la educación, está suficientemente demostrado que aun con el
alto nivel académico que se dice que poseen los estudiantes cubanos,
cada vez son mayores las pérdidas de valores de la juventud, poniéndose
así en duda que todos estos títulos otorgados puedan garantizar un
futuro próspero para el país. Esta situación solamente podrá cambiar
cuando se tenga en cuenta los planes de Dios en la enseñanza para Cuba.
http://primaveradigital.org/primavera/sociedad/religion/2977-desperdiciar-el-poder
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