Jueves, Noviembre 24, 2011 | Por Jorge Hernandez Fonseca
BELEM, Brasil, noviembre , www.cubanet.org -Es la pregunta recurrente
para todo ciudadano, viva dentro o fuera de la isla. ¿Qué está pasando
con una revolución socialista que proclamó la estatización como forma de
justicia social y ahora privatiza lo que antes confiscó a sus legítimos
dueños? ¿Qué sucede con una clase dirigente que antes se erigía en
acervo crítico de los propietarios de los negocios, y ahora colocan sus
hijos y nietos a adueñarse de esas mismas empresas, como forma –dicen–
de tirarlos de la quiebra en que la estatización forzosa castrista los
sumió irreversiblemente?
Hay que reconocer que la oposición democrática cubana perdió la guerra
civil que escenificó contra la dictadura en Cuba en los años sesenta.
Guerra civil que dejó más de 9 mil cubanos fusilados y 250 mil jóvenes
presos, que perdieron su juventud pasando 15, 20, 25 años en las
cárceles castristas, justamente para evitar la estatización y la
implantación de una dictadura.
Desde el punto de vista ético, no hay fuerza –que no sea la de las
armas– que justifique dentro de la dictadura castrista, después de
destruir el país económica, política y moralmente, el enarbolamiento de
la bandera de los "cambios" hacia los mismos horizontes que propugnaron
antes los jóvenes fusilados y presos en los años sesenta, aplastados
entonces en nombre del socialismo castrista (ya auto-derrotado)
defendiendo ahora hipócritamente la paternidad del "cambio".
¡Claro que estamos ante la derrota ideológica del socialismo castrista!
Esto incluso ha sido reconocido por sus principales personeros –Fidel y
Raúl– en conocidas intervenciones públicas. El problema ahora es que
aquellos que se adueñaron del estado cubano por la fuerza de las armas
proclamando la necesidad de destruir la sociedad cubana para construir
una nación más "justa", se perdieron por el camino del poder absoluto,
hundiendo la isla en el peor lodazal que nunca antes país
latinoamericano conoció: dictadura desmoralizadora, con hambre y con terror.
¿Se puede confiar el futuro del país a un bando guerrillero –ahora viejo
y envilecido por el poder absoluto– cuyos hijos y nietos (malcriados)
pretenden erigirse en herederos de negocios que sus padres confiscaron
de sus legítimos propietarios, para iniciar un capitalismo feudal, donde
los dueños serían la prole ambiciosa de terratenientes rurales y
asaltantes de caminos? ¡Jamás!
Todos sabemos que las fuerzas del mercado crean líderes económicos, que
con esfuerzos y sacrificios consiguen estructurar negocios de todo tipo,
exactamente como venía sucediendo en la Cuba de la primera mitad del
siglo XX. Esos líderes económicos cubanos, que sufrieron la confiscación
del castrismo, edificaron en Miami lo que podría haber sido una Cuba sin
Castro.
¿Cómo entonces pretende el castrismo hacer crecer la isla sin esos
líderes económicos? Los líderes en el mundo de los negocios no nacen
precisamente en el seno de las familias que gobiernan, como pretenden
hacer los generales de Raúl. Se necesita libertad económica para
desarrollar la potencialidad efectiva esparcida en el seno de la
población. Nunca serán "los hijitos de papá" los que llevarán la isla
por el camino de la riqueza colectiva, como no fueron antes los
"incondicionales del partido" que dirigieron la economía en los últimos
50 años.
Un panorama sombrío se cierne sobre la Nación Cubana. Los mismos que
fusilaron y encarcelaron en nombre de la estatización antes, ahora
fusilarán y encarcelarán sin siquiera sonrojarse en nombre del mercado.
Un sueño con la sociedad futura se me hace insoportable: "Una
pseudo-democracia controlada desde el estado, donde los líderes
económicos sean los actuales "hijitos de papá" –que nada saben de
negocios– manejados tras bambalinas por capitalistas extranjeros
ambiciosos e insaciables por el lucro fácil que se garantiza al tener la
fuerza del estado represivo –el ejército y policía política de hoy– de
su parte". ¡Una verdadera vergüenza!
Artículos de este autor pueden ser consultados en
http://www.cubalibredigital.com
http://www.cubanet.org/opiniones/%c2%bfque-esta-pasando-en-cuba/
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