25-Nov 06:35 am|El Nacional
Ayer las agencias internacionales en La Habana se dieron banquete con
las nuevas medidas económicas del nuevo jefe de la revolución, Raúl Castro
Ayer las agencias internacionales en La Habana se dieron banquete con
las nuevas medidas económicas del nuevo jefe de la revolución, Raúl
Castro. Por ejemplo, la AFP denominó "alfabetización bancaria" las
normas que permiten a los cubanos de a pie acceder a los bancos y
solicitar préstamos para financiar actividades de orden privado y
particular.
No es poca cosa porque Cuba vive en el pasado y el uso de tarjetas de
débito o de crédito sólo les estaba permitido a los altos jerarcas, a
los deportistas de éxito y a los músicos y cantautores que viajan con
frecuencia al exterior y le sacan el jugo a la naranja del capitalismo.
El resto de la población, como lo dice la AFP, "durante 50 años pagaron
sus cuentas al contado y en efectivo. (...) Ahora deben aprender a usar
tarjetas, cheques, pagarés y letras de cambio". Enhorabuena, llegó el
capitalismo a cuentagotas.
La decisión de Raúl Castro se veía venir porque al liberar a ciertos
sectores de la economía de la tutela del padrecito Estado que todo lo
solucionaba, no quedaba otro camino que abrir paso a paso la política
crediticia sin la cual los nuevos actores económicos ("campesinos del
sector privado, trabajadores por cuenta propia, dueños de negocios
privados, personas que quieran construir o comprar viviendas, autos,
electrodomésticos y otros bienes", precisa AFP), no tendrían acceso al
capital semilla tan necesario para impulsar sus iniciativas. Ahora se
devanarán los sesos los propagandistas de la plusvalía y de la teoría
del valor para tratar de comulgar con esa rueda de molino imposible de
tragar que les sirvió en el menú Raúl Castro.
Este nuevo mini paso en la liberación de la economía no cae del cielo
sino que se caía de maduro porque en la Cuba concebida por Fidel Castro
no existía el ahorro y mucho menos el crédito para emprendedores por
cuenta propia. No fue una boutade cuando Fidel le dijo al periodista
estadounidense, que lo entrevistaba en su casa, que "el modelo cubano no
servía ni para Cuba". El mensaje real que envolvía esa frase era que su
retirada no estaba signada por su estado de salud sino por la propia
salud del Estado cubano.
Dio un paso al lado para no tener que tragarse sus mentiras, promesas y
caprichos que terminaron en innumerables desastres, como la vaca que
produciría 80 litros de leche diario o la archifamosa zafra de las miles
de toneladas que hundió lo poco que quedaba de la producción de azúcar.
Ahora le toca a Raúl Castro ser el albañil y arreglar las goteras.
A partir del 20 de diciembre próximo, según la Gaceta Oficial, "las
personas naturales pueden utilizar, además del dinero en efectivo, los
instrumentos de pagos siguientes: transferencia bancaria, cheque, orden
de cobro, tarjeta de débito o crédito, carta de crédito local, letra de
cambio, pagarés y otros que se utilicen en la práctica bancaria". Algo
que siempre hemos tenido en Venezuela y que hoy nos los quieren quitar.
http://www.el-nacional.com/noticia/11348/10/Cuba-capitalista.html
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