24 de agosto de 2010

Reestructurar la Educación

Reestructurar la Educación
Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El futuro de un país descansa
en la formación multifacética de niños y jóvenes. El libre acceso al
conocimiento y el intercambio en Internet, y la disponibilidad de
computadoras es imprescindible.

Pero en Cuba se acumulan décadas de deficiente instrucción y la
computación se imparte como propaganda internacional, pues en los
hogares está prohibida la red y en los pocos lugares públicos existentes
es muy cara y censurada.

Desde el Estado se impuso después de 1959 la llamada política de
creación del "hombre nuevo", que debería ser un individuo cercano a la
perfección, pero en realidad dócil y carente de decisión propia. Si
bien se ampliaron las oportunidades para estudiar, partiendo de la
erradicación del analfabetismo, la instrucción obligatoria hasta el
noveno grado, y la oportunidad de acceso a la enseñanza media y
universitaria, se impuso un agradecimiento que demandaba la renuncia de
los padres a decidir sobre los métodos y lugares de estudio. Para
garantizar esos objetivos se rompió el vínculo niño/joven-familia
mediante las directivas ideológicas desde las organizaciones
estudiantiles como los Pioneros en la primaria y las obligatorias
escuelas en el campo en secundaria básica y preuniversitario.

Las ricas tradiciones en esta esfera eran menospreciadas y se destacaban
fundamentalmente los problemas que podrían haber existido, soslayando
que en Cuba hubo antes de la revolución enseñanza pública en todos los
niveles, con programas y profesores de calidad en el bachillerato y la
universidad.

Maestros y profesores fueron perdiendo reconocimiento social, y
estímulo por las condiciones de las escuelas depauperadas, la sobrecarga
de reuniones políticas, los trabajos voluntarios sin contenido afín ni
productivo y el inadecuado salario. Los evaluaban según las altas notas
y la promoción de los alumnos, de manera que dictaban clases para
lograr respuestas exactas en los exámenes, con menoscabo de la calidad
de las clases y los estudios complementarios. En la década de 1990,
esos profesionales se trasladaron a otras actividades, fundamentalmente
el turismo.

Además, el gobierno los sustrajo al encontrar una forma de penetración
política y exportación a otros países, inicialmente sentido por ellos
como muestra de solidaridad y luego para obtener algunas divisas que
mitigaran la carente economía familiar. No pocos han decidido no
regresar a Cuba para procurar una solución más solida y definitiva.

Por su parte, los alumnos están acostumbrados a aprender lo
indispensable para aprobar los exámenes, no tienen hábito de lectura y
no aprecian el beneficio de proseguir los estudios medios y superiores,
con lo cual se compromete el presente y, principalmente, el futuro
desarrollo en todas las esferas. En Cuba puede encontrarse un ingeniero
en una labor de poca calificación, pero que aporte mayores beneficios
económicos, lo cual no motiva a los jóvenes a estudiar.

Con el llamado "ordenamiento del país en materia educacional" comenzaron
modificaciones radicales, fundamentalmente en las enseñanzas secundaria,
preuniversitaria y universitaria en 2009, con mayor énfasis en 2010.
Entre los motivos están la crisis económica cubana, los escandalosos
resultados de los exámenes de ortografía –debido a la eliminación de las
clases de caligrafía, ortografía y redacción- a los estudiantes próximos
a graduarse y los de ingreso a las universidades establecidos en 2010,
que escandalizaron por la cantidad de suspensos, por lo que padres y
jóvenes demandaron, y el Ministerio de Educación Superior aceptó, su
repetición; y no menos importante resulta el descrédito para las
campañas en el exterior sobre los logros en la educación.

En las conclusiones del curso 2009-2010 de los Ministerio de Educación y
Educación Superior se justificaron las transformaciones debido al
"análisis profundo a partir de las preocupaciones planteadas por la
familia, los maestros, los estudiantes, con respecto a la calidad y la
eficiencia de la educación", según el periódico Juventud Rebelde. Al
cabo de cinco décadas, prevalecieron las evidencias de que los niños y
jóvenes cubanos cada día están peor preparados académica y cívicamente;
los maestros y profesores no volverían a ser profesionales capaces y
responsables, si no eran estimulados social y económicamente, y las
tentativas apresuradas para sustituirlos con jóvenes sin vocación ni
adecuada preparación han sido contraproducentes.

Entre los primeros pasos, General Raúl Castro convocó en 2008 a los
maestros que habían emigrado del sector y los jubilados a
reincorporarse, con mantenimiento de las pensiones y algún aumento de
los salarios. Ha habido retorno, pero se mantiene el éxodo del personal
docente, y este año abandonaron los estudios pedagógicos 7 487 alumnos
de todos los años académicos.

En la década pasada, se pretendió resolver el problema en la enseñanza
secundaria mediante la formación meteórica de muchachos a partir de
noveno grado, los llamados maestros emergentes, quienes unieron a su
deficientísima instrucción y educación formal lo aprendido fugazmente,
para atender a otros muchachos casi de su misma edad. Además, se
implantó el profesor general integral (PGI), de manera que teóricamente
debían impartir varias asignaturas, pero en realidad tuvieron que
recurrir al programa audiovisual, con tele-clases o video-clases. Los
maestros emergentes se han descontinuado y ahora se reconoce que "se
mantendrá el PGI este curso…aunque, por el nivel que van alcanzando los
profesores, cada vez son más las clases frontales, los medios
audiovisuales no desaparecen, sino que sirven como acompañamiento".

Sin embargo, se han modificado las carreras de los PGI con adecuaciones
en los planes de estudio de segundo y tercer año, y se graduarán de las
nuevas especialidades de ciencias pedagógicas en español-literatura,
matemática-física, biología-química o biología-geografía, marxismo
leninismo-historia, y educación laboral-informática. Mientras los de
cuarto y quinto años terminarán como licenciados en educación, profesor
general integral, y quienes ya hayan egresado de esas carreras recibirán
diplomados y otros cursos para acercarse al nuevo perfil.

En 2009, las obligatorias escuelas preuniversitarias en el campo fueron
disminuyendo y el próximo curso no las habrá -ya se habían eliminado las
secundarias básicas. La cruda situación económica también ha demostrado
la imposibilidad de mantener el costoso plan de becas, que demandaba
vestuario, alimentación, transporte y mantenimiento de instalaciones,
sin beneficios en la recaudación del Estado por una sesión diaria de
trabajo de los improductivos estudiantes, en una agricultura que no
requiere su labor. A todo correr se están reparando locales y
construyendo algunas escuelas en las ciudades y pueblos, mostrado en
reportajes de la televisión.

Se han ampliado las plazas para la enseñanza técnica y profesional al
58% por carencia de obreros calificados y técnicos medios, y dejan a
preuniversitario el 42% restante. También en las carreras
universitarias se restará capacidad a las humanidades y se estimula la
incorporación a las técnicas. Con el fin de cubrir el déficit de
profesores especializados se han creado aulas anexas a los centros
productivos, y se argumenta que no será similar a los profesores
emergentes, pues se trata de especialistas de la producción, para
quienes se realizó un seminario nacional preparatorio para docentes del
5 al 9 de julio. Además, se ha manifestado que facilitan equipos que no
poseen las actuales escuelas, aunque en esas industrias no son modernos,
y sientan las bases para los futuros politécnicos.

Desde el pasado año comenzó la selección de alumnos de onceno grado que
concluirán el bachillerato en las universidades, con el compromiso de
estudiar las carreras más necesarias. La experiencia se inició con
física, química, matemática y biología, y este curso se extenderá en
algunas provincias a especialidades agropecuarias. También se ha
cambiado el sistema de evaluación del rendimiento académico en todos los
niveles, y en la secundaria básica se ha incorporado la asignatura de
educación laboral y continuará el énfasis en la ortografía.

En la enseñanza primaria tienen que hacerse cambios radicales. Se
requiere desde maestros sólidos, capaces de trasladar ejemplo de
comportamiento y educación formal hasta la eliminación de imposiciones
político-ideológicas a favor de los valores humanos, los buenos modales,
y el respeto a niños y mayores.

Lamentablemente, la crisis económica, política y social ha trastocados
los conceptos que se forjan desde temprana edad. La simulación y la
mentira están presentes en hogares, donde se oculta el robo y la bolsa
negra; la escuela y la organización de Pioneros, donde hay que repetir
consignas y esconder las opiniones; y el barrio, donde los Comités de
Defensa de la Revolución y otras organizaciones vigilan y en cuyas
actividades la participación es compulsada.
Para recomponer Cuba con ciudadanos participativos, capaces y
reconciliados es fundamental revertir las décadas de deformación, y
elevar realmente la instrucción y la educación.

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/agosto2010/24_C_2.html

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