23 de mayo de 2010

Las plumas y las espadas

Publicado el domingo, 05.23.10
Las plumas y las espadas
By OSCAR HAZA

Mario Vargas Llosa me contaba en la casa de su hijo, mi gran amigo
Alvaro Vargas Llosa, meses antes de publicar ``La Fiesta del Chivo'',
que el mayor reto que había enfrentado a la hora de escribir esta obra
fundamental sobre el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y
Molina, era hacerla creíble. La ficción desbordaba la realidad, me decía
el formidable escritor. Es la eterna historia del dictador que con su
pensamiento único viene a solucionar con su mano taumatúrgica, de un
sablazo, los problemas más acuciantes de nuestros pueblos.

Pero los dictadores y más aún los tiranos no actúan solos, hay toda una
serie de valores o antivalores, usos, costumbres, expresiones culturales
que robustecen el ascenso y el mantenimiento en el poder de estos
hombres. Para estos fines cuentan con una legión de intelectuales y de
seudo intelectuales que por oportunismo, resentimento social, factores
sicológicos adquiridos muchas veces en la infancia, como es el caso de
García Márquez, y quizá la razón más importante, por llegar al poder,
alimentan al mandón de turno. Lo que Albert Camus definía como los
medios justificando el fin, virando la afirmación de Maquiavelo.

El caso reciente de una reunión en Madrid de intelectuales y artistas
que han pedido la democratización de Cuba a través de una Plataforma
Democrática es un canto de esperanza para el hombre del siglo XXI.

Parece que al fin quedarían rezagados quienes por cualquier razón han
dedicado su vida a justificar o a explicar las acciones y reacciones de
los Caudillos, Pacificadores, Beneméritos, Supremos y Benefactores.

¿Cómo se explica que un intelectual como Laureano Vallenilla Lanz
justificara a Juan Vicente Gómez en Venezuela? ¿Cómo entender que Camilo
José Cela escribiera La Catira, una novela por encargo del dictador
Marcos Pérez Jiménez? ¿Existe un mecanismo sicológico que podría
explicar por qué un Richard Strauss asume una actitud de fanatismo
antisemita que lo convierte en el compositor favorito de Hitler?

Lo mismo podríamos preguntarnos de las actitudes de Ezra Pound, quien
abjuró de su propia nacionalidad estadounidense para lanzarse a los
brazos del faccio de Benito Mussolini y de Martin Heiddeger, quien
justificó hasta el último momento al Führer.

Hoy por suerte son pocos los que quedan del lado del octogenario
dictador caribeño. Pocos los que han decidido seguir hasta el final con
los verdugos y no con las víctimas de este largo y doloroso proceso cubano.

Una de las mayores tareas que tienen todos los que de buena fe quieran
ayudar a la hermana mayor de las Antillas a pasar de un régimen
totalitario a un sistema de plenas libertades públicas y a la
reconstrucción de una sociedad civil, es la reeducación de los cubanos
en los valores democráticos reales y formales. ¡Cuba no celebra
elecciones libres desde 1948! Tiene 62 años sin unos comicios donde se
escuchen las opiniones de la otredad, en Cuba no existe una prensa libre
donde se exprese la opinión de la minoría ni los razonamientos
divergentes de la mayoría, en esa bella isla no hay posibilidades de una
discusión totalmente abierta porque la labor de bombardeo ideológico ha
acostumbrado a una población de millones de seres humanos a no admitir
expresiones civilizadas de disenso. Se ha vivido durante más de medio
siglo en función de las consignas, en función de la reacción militante y
agresiva de quien no piense como el Supremo.

e contaba en una oportunidad Elizabeth Burgos que siendo muy joven
compartía en la Plaza de la Revolución, en una de las más concurridas
manifestaciones convocadas por Fidel Castro, la tribuna principal con
Alberto Moravia. Al empezar la muchedumbre al unísono los gritos de
¡Fidel, Fidel!, Moravia le comentó en voz baja: Esto me recuerda los
discursos de Benito, il Duce. ¡Cuánta sabiduría en las palabras de Moravia!

Sin duda que esta expresión planetaria de las más lúcidas voces de la
cultura verdaderamente democrática hace irreversible el camino que ha
tomado el proceso cubano donde finalmente prevalezcan las plumas de la
inteligencia y no las espadas de la barbarie.

Periodista dominicano, conductor del programa A Mano Limpia en América TeVe.

http://www.elnuevoherald.com/2010/05/23/725877/oscar-haza-las-plumas-y-las-espadas.html

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