José Iglesias Fernández | La Habana (Cuba)
23/05/2010
En estos últimos meses, el tema de los derechos humanos y la libertad de
expresión han estado en boca de todo el mundo. Cuba ha vuelto a salir en
las portadas y en los telediarios por el férreo control que los Castro
siguen ejerciendo, la muerte de un preso de conciencia y las huelgas de
hambre de algunos periodistas y compañeros. Se comenta que se han
realizado en las últimas semanas detenciones de periodistas cubanos
independientes, así como la ya sabida y casi retransmitida en directo,
instigación y aborto a cualquier protesta o movimiento que ponga en duda
quien tiene el mando y el poder en la isla. El régimen sigue en su
línea, sin ofrecer ni atisbar ni una pizca el cambio al sistema
instaurado hace más de 50 años.
Estos temas, realmente lamentables, de sobra comentados por diferentes
medios, son solamente una pequeña parte de la grave situación y
problemas que afectan a la mayor de las Antillas. En las últimas fechas,
otro problema tan grave como el anteriormente mencionado, empieza a
cobrar fuerza. El pánico se ha instaurado en la isla. La dieta básica
del cubano, ya de por si muy limitada y monótona, puede sufrir otro
varapalo realmente doloroso. Los medios oficiales, a través de 'Radio
Rebelde', han hecho un llamamiento a no acaparar arroz ante la escasez
registrada en los últimos tiempos como parte de una política para
reducir las importaciones frente a la crisis económica. Las indicaciones
oficiales esgrimían un lema muy autoritario: "Se exige disciplina y
orden en la venta. No se puede permitir bajo ningún concepto que las
personas acaparen arroz para después revenderlo a sobre precio". La isla
se encuentra entre los siete mayores consumidores de arroz en el mundo.
Este alimento es básico para el cubano. Para cualquier comida, el arroz
es plato insustituible.
La emisora confirma que en las últimas semanas se registró escasez del
producto en los mercados estatales de venta libre (los llamados agros) y
se observó como "ciertas personas inescrupulosas acapararon" el arroz
vendido a 3,50 pesos cubanos la libra (reventa, mercado negro, business
a la cubana). En estos momentos, el dólar equivale a 21 pesos cubanos.
El salario medio en la isla para los "privilegiados" es de 415 pesos
cubanos que equivalen a 17,4 dólares. "Lo tuve que comprar a 10 o 15
pesos (cubanos) la libra a un revendedor por mi casa", nos dicen varios
habaneros. La reventa hace furor en estas fechas. La economía sumergida
está a la orden del día en todos los aspectos de la economía cubana y el
arroz, no iba a ser menos. Se dicho que ésta es la verdadera economía de
la isla junto con las remesas del exterior y el ahora menos "bondadoso"
turismo. Éste ha sido la verdadera válvula de escape para la maltrecha
economía de la isla, desde que empresarios españoles abrieron sus
hoteles en esta maravillosa isla.
En la isla existe también desde 1962 una cartilla o "libreta" de
abastecimiento mediante la cual el gobierno cubano vende todos los meses
a precios subsidiados y en moneda nacional, varios productos como arroz,
café, huevos, aceite de cocina, pollo o pescado o picadillo (de no muy
buena calidad, como es de esperar), entre otros pocos más productos
considerados básicos. En los "buenos tiempos", dicha gama era muchísimo
más amplia: champú, pasta de dientes, carne rusa (enlatada), cerveza, etc.
Hoy en día, el número de productos subsidiados es muy, muy pequeño y
como hemos dicho, su calidad está muy en entredicho. Para colmo de
males, el ahorro y la malísima situación de la economía comunista de la
isla, hace que las "bodegas" estén cada día más vacías. El mercado
negro, la compra de productos en divisa (para los afortunados que
reciben remesas del exterior), la inventiva (desarrollada en un grado
máximo) o la resignación (dígase forma de vida adoptada por estos lares)
es la respuesta posible. En estas llamadas "bodegas" o almacenes
minoristas, se vende cada mes cinco libras de arroz por persona a 25
centavos de pesos cubanos la libra.
Las personas con un salario menos afortunado o los jubilados con
pensiones que no llegan a los 300 pesos cubanos se agolpan ante las
bodegas. Se lamentan amargamente pero con un brillo opaco en sus ojos,
como si supieran que es otro calvario que les ha tocado vivir siempre,
con la resignación de verse impotentes y relegados a volver a inventar
algo para seguir sobreviviendo: "La cuota de la libreta es sagrada y
nunca falta, pero por lo general a nadie le alcanza porque el cubano
come mucho arroz y por eso hay que comprar más". ¿Motivo? La escasez de
otro tipo de alimentos hace que todo en la mesa se acompañe de arroz.
Datos oficiales: según 'Radio Rebelde', en la isla cada año se consumen
700.000 toneladas de arroz de los cuales se importan más del 50%. Es muy
común, ver sacos de arroz importados de países como Vietnam o China, así
como sacos donados o vendidos a precio muy bajo por gobiernos amigos
(Brasil, por ejemplo). "El año pasado aumentó la producción nacional a
281.000 toneladas", señala 'Radio Rebelde'. El informe de la radio
agrega que la sequía que azota la isla compromete la cosecha de la
temporada. Al igual que el arroz, también otros alimentos, como la papa,
boniato, u otros, sufren debido a la sequía.
Raúl Castro ha hecho hincapié en esta lastimosa situación y en sus
últimos discursos ha afirmado en la urgencia de reducir la factura de
más de 2.000 millones de dólares que tiene el país para comprar
alimentos en el exterior. A base de apretar todavía más al ciudadano de
a pie, que lleva más de 20 años padeciendo cada día más y más
calamidades en su vida cotidiana. La crisis y el ahorro del gobierno,
según 'Radio Rebelde', ha dado como resultado la reducción del citado
gasto en compra para alimentos en un 20% el pasado año.
Además de la crisis económica mundial, que también golpea a la isla, las
autoridades cubanas afirman en su tono habitual y como acompañante de
todos los males habidos y por haber, que el embargo que Washington
mantiene contra la isla desde casi cinco décadas, dificulta y eleva el
costo de cualquier intercambio comercial. La historia y los argumentos
del gobierno se repiten, pero eso sí, aunque en otros aspectos de la
vida cubana ya no se pueda empeorar más, la situación está empeorando en
el aspecto alimentario de forma drástica. Negro panorama se presenta
sobre la isla. Los nubarrones se han plantando encima y no parece que
tengan intención de marcharse...
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